La Nueva Retorica
Rechazadas las tesis del origen divino o hereditario del poder, así como el que pudiera ser fruto de la fuerza o la violencia, John Locke se centra, en este segundo tratado, en la búsqueda y formulación de una tercera teoría que explique, de modo más convincente, el verdadero origen del gobierno y del poder político.
Según Locke, el poder político sefundamenta en la propia naturaleza humana, siendo la libertad y la igualdad sus dos bases esenciales.
La razón y la equidad son las reglas básicas que deben regular las relaciones humanas, y ellas son las que exigen que, de alguna manera, el infractor de la ley natural sea castigado de forma adecuada, con la finalidad, siempre, de reparar el daño causado, enmendar al propio infractor y disuadir alos demás.
Podríamos afirmar, con Locke, que existen tres estados fundamentales:
1º) El estado de naturaleza, es decir, un estado de paz, de buena voluntad, de asistencia mutua y conservación, pues todos los hombres, por su propia esencia natural, son libres e iguales unos a otros, no existiendo, desde este punto de vista, ninguna razón que pudiera justificar el poder de un hombre sobre otrohombre, lo cual sería, por otra parte, tremendamente peligros, dado que cada uno sería en sí mismo juez y ejecutor.
2º) El estado de guerra, es decir, un estado de enemistad, malicia, violencia y mutua destrucción. El instinto natural de conservación llevaría, dado el egoísmo humano y sus pasiones, al abuso de unos hombres sobre otros, según confirman, además, las conocidas leyes de Darwin,aplicables también a la especie humana.
3º) El estado de sociedad, es decir, el estado intermedio entre el ideal natural y el estado de guerra, el cual se produce cuando cesa el estado de guerra y las partes se someten a una autoridad superior, la ley consensuada, que dirima las diferencias.
Evidentemente, el estado de naturaleza es utópico, acorde sólo con una concepción ideal del hombre, pero sirvede fundamento y de auténtica base moral para el estado de sociedad.
Locke distingue sabiamente entre libertad natural, que no admite más norma que la ley natural, y la libertad del hombre en sociedad, que no debe someterse a más normas que las dimanadas del poder legislativo constituido en el seno del Estado. El que desobedezca estas leyes se expone a un estado de esclavitud, es decir, desometimiento al que aplica la ley, que puede, incluso, utilizarlo en su servicio, cosa hoy impensable.
Por otro lado, razón natural y ley natural son elementos absolutamente correlativos, y en ellos tiene su verdadero fundamento la libertad y su lógico corolario de respeto a sí mismo y a los demás. En estos elementos y en el instinto de autoconservación encuentra su fundamentación la propiedad privada,entendiendo por tal todo aquello que es fruto del esfuerzo y del trabajo personal, sin más límite que el bien de los demás, es decir, que la propiedad privada no implique perjuicio alguno para los otros.
Sin duda, el hombres es dueño de su vida, de su trabajo y de sus propias acciones. El verdadero fundamento de la propiedad, y el más evidente, es el trabajo personal, capaz de producir bienesútiles para la vida del hombre.
En los inicios, el hombre realiza trueque de bienes con sus vecinos para mejor organizar y satisfacer sus necesidades. Mientras ese trueque se realiza sólo entre bienes perecederos o corruptiles, precisamente los de mayor y más clara utilidad para la vida del hombre (alimnentos, vestidos, etc.), resulta injusta y deshonesta la acumulación innecesaria de dichos bienes,aparte de ilógica, ya que si no se utilizan se echan a perder. Pero la vida del hombre evoluciona y comienza también a intercambiar bienes perecederos por otros no perecederos, dando lugar al nacimiento del dinero, que permite la acumulación de bienes y la extensión de las propiedades, sin por ello causar perjuicio a los demás hombres. Y aquí está el origen de la sociedad capitalista, tan...
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