La politica como construccion colectiva
Por Víctor Ego Ducrot
Periodista, escritor y profesor universitario
Por suerte para los argentinos, entre las prácticas políticas del flamante siglo XXI están sobresaliendo aquellas militantes y republicanas, reestablecidas a partir de 2003, gracias a la impronta ejercida por Néstor Kirchner.
En la Argentina parecen coexistir al menos tres formas deconcebir y practicar la política, coexistencia que no podrá prolongarse durante mucho tiempo más. Por un lado, tenemos a los peligrosos, aquellos que auspician nuevas formas de golpismo, conforme lo describiera, no hace muchos días en este mismo diario, el juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni, cuando alertó que él mismo está pensado desde una eventual indisciplina sectorial de las fuerzasde seguridad, en combinación con las campañas desestabilizadoras desplegadas por los medios de comunicación de la corporación hegemónica. También existen aquellos sujetos que no se animan a fantasear con tanto, pero que caminan sobre la cornisa de la inconstitucionalidad; y, por último, los actores individuales y colectivos que lograron recuperar la identidad participativa de las prácticasrepublicanas, concibiendo a la política como un hacer ciudadano (militante) y transformador, en beneficio de las grandes mayorías.
Entre los dos primeros podríamos citar a esa especie de convoy del pasado, en el cual transitan por una misma trocha el capital concentrado financiero e industrial, las patronales del agro, que pretenden negar al Estado y mienten en forma sistemática con el solo fin deseguir siendo ellos los que manden a todos −tal cual oligarcas de nueva generación−, las corporaciones mediáticas y una especie de camándula política variopinta, que se dice oposición. Allí están entonces la Mesa de Enlace, Magnetto y sus socios y sicarios de la palabra, las huestes criminosas del duhaldismo residual, los capitanes del fracaso radical, la defensora de los genocidas que envejecen −esdecir, Carrió−, los malabaristas de la inutilidad y la vagancia derechista −léase Macri− y los progresistas de a dos pesos, como es el caso, entre otros, del socialista Binner, para quien, y desde una ignorancia que asusta, el programa Asignación Universal por Hijo sólo es algo bueno porque le da de comer a los que tienen hambre. Todos ellos están desesperados porque se saben condenados al fracaso,pero son peligrosos (muy).
Por suerte para los argentinos, contamos con una tercera categoría de práctica ciudadana, el conglomerado de dirigentes, funcionarios y fuerzas sociales y políticas que, encolumnadas primero con Néstor Kirchner y ahora tras la figura conductora de la presidenta, vienen desplegando desde la gestión, la militancia y la comunicación activa como dialéctica de tres ejes, nosólo el programa de gobierno más transformador e inclusivo desde 1955 a esta parte, sino también una acción republicana que se traduce en creciente consenso y sumatoria de voluntades, tal cual lo indican las encuestas.
La semana pasada hice referencia al programa VES Inclusión (Vivienda, Educación y Salud) que están elaborando profesionales militantes de la Corriente por una ComunicaciónNacional, Popular y Democrática (CCNP), espacio conducido por Gabriel Mariotto, titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) y uno de los cuadros dirigentes del oficialismo de mayor compromiso con el proyecto encabezado desde el Ejecutivo nacional, y mejor posicionado para acompañar, desde donde la presidenta lo indique, la etapa de consolidación y profundizacionestransformadoras que presupone el muy probable triunfo de Cristina en los comicios presidenciales de octubre próximo.
Tiempo Argentino tuvo acceso a los borradores casi finales del proyecto. El mismo prevé la puesta a disposición de Cristina de un plan de acción que contempla la construcción y distribución de espacios habitacionales dotados de centros socioasistenciales y de apoyo sanitario y...
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