Las cerezas de lawrence durrell
La voz narrativa de este relato en primera persona nos ofrece una mirada nueva, virgen,sobre la realidad. Así, en lugar de decir que el pomo de la puerta tenía forma de manzana, dice “En la puerta había una manzana blanca que yo tenía que coger y hacer girar con la mano antes de podermeterme dentro [de la habitación]”. O describe las calles adoquinadas como “llenas de piedras que encajaban una con otras en una superficie lisa”. Habla de un bar o un restaurante como “una casita conluces y mesas”. El hecho que Boris mire hacia abajo con mirada huidiza, lo expresa diciendo “Sus ojos jugaron al escondite en su barba”. O más adelante se refiere a la risa o la sonrisa como “Ella abrióla boca para dejarme ver los dientecillos que tenía dentro”
Esta mirada me ha hecho pensar en primer lugar en Virginia Wolff, y en concreto su novela “El cuarto de Jacob” (Jacob’s Room), en la que lasmetáforas y los símbolos sustituyen a la acción y los personajes se revelan a través de monólogos interiores, construidos al azar. También he pensado en Tim Burton cuyo libro de cuentos infantilesen verso –esto descarta la posibilidad– “La melancólica muerte de Chico Ostra y otras historias” (The Melancholy Death of Oyster Boy & Other Stories) muestra historias de niños y adolescentesextraños, diferentes.
Otro elemento interesante del relato es la quiebra de la lógica y la cotidianeidad: el hecho de ver cerezas en el papel de la pared de la habitación le da sed, que pretende mitigarcomiéndoselas; las farolas le mojan con su agua amarilla, por lo que, para tener el pijama seco, no lo saca nunca a la calle. Hay un desdoblamiento entre el yo y el cuerpo: así “[mis pies] asestaban a laspiedras golpes sonoros como bofetadas”, mientras que –en el mismo párrafo– el protagonista “era tan silencioso como un ratoncillo”, o en al comienzo de la página 139 “mis manos se quedaron...
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