Lectura maricarmen diez

Bloque I
La práctica docente reflexiva
El oficio del maestro
Maricarmen Diez
Entusiasmarse, divertirse, equivocarse, dudar; compartir tareas y, sobre todo, aprender. Así describe la autora la docencia en una entrañable articulo repleto de recuerdos, historias y anécdotas. Confiesa que, desde que empezó en este oficio, los medios eh inseguridades se han convertido en posibilidades yrecursos didácticos. Y que la clave de todo consiste, simplemente, en escuchar a los niños.
En la escuela, como en la vida, hay días nublados, en los que se tuerce el corazón a golpe de desastres de inseguridades, o de errores solemnes…
Y días claritos, en los que se te espabila el alma sin poder evitarlo
Aquí voy a intentar algunas historias chicas que han pasado en las aulas recorridas alo largo de estos años, para disfrutar otra vez con su recuerdo y para invitar a mis compañeros, los maestros de a pie, a reconocer como bueno este oficio nuestro tan vivo y tan cambiante, en el que uno puede gustar de escudriñar saberes, de acompañar cariñosos y de reestrenar palabras…con los alumnos.
Mirando hacia atrás, lo primero que tendría que decir es que yo empecé a prepárame para sermaestra muy tempranito (y el tiempo, en estas cuestiones de los oficios, es muy importante…). Según me cuentan, recorría el pasillo de la escuela de mi madre, probando a dar lecciones a los muñecos, hasta que, metida en el engranaje de esta especie de escuela escalonada que organizaba ella (para tenernos ocupados a todos, creo), fui aprendiendo a manejarme con los demás niños en el juego continuoque suponía ser maestro y alumno simultáneamente. Allí aprendí a buscar mis propios recursos para explicar las cosas, a leer en voz alta y clara para que me entendieran y atendieran los más pequeños cuando les leía un cuento, hacer “buena letra”, a gesticular teatralmente, a soportar ser la última para casi todo(tenía que dar ejemplo) y aprovechar cualquier situación para aprovechar cualquierocasión para soñar. Bueno…, también aprendí a reír. Como se puede ver, todas ellas herramientas muy útiles para el trabajo que nos ocupa.
LA PRIMERA VEZ QUE HICE DE MAESTRA DE VERDAD
Fue cuando tenía 19 años. Entre a trabajar en una unitaria con 48 niños y niñas entre los 6 y los 14 años. Eran tantas las ganas que tenia de hacer las cosas a mi manera, que llene las pizarras de planes y deinventos, para que todos pudieran aprender mucho, enseñar poco y pasarlo bien en compañía de los demás. Y ahí fue cuando me di mi primer tropezón con lo realidad que, sin embargo, me enseño algo importante ya que, huyendo de las exigencias absurdas de la dirección de la escuela, aprendí a resistir, y a no enterrar mis deseos a pesar de las dificultades. En estas historias de aula no puedo dejar de incluirlo sucedido uno de aquellos días que, por cierto, acabo de manera sorprendente.
Eran las cuatro y media, la directora acababa de irse con los portazos, trompicones y advertencias agrias de siempre: que si han leído los pequeños; que si han hecho dictado los mayores: que cuantas veces eh dicho que no se sienten en grupitos: que como es que hay juguetes en la clase; que que es eso de que losmayores les cuenten cuentos a los pequeños…
Normalmente, cuando esto pasaba, se hacia un gran silencio, yo me ponía muy colorada y se me apretaba un nudo en la garganta que no me dejaba ni argumentar, sin embargo aquel día no era como los otros. Teníamos un plan. Teníamos un plan. Un inaudito plan que nos comprometía en un secreto alegre a las tres alumnas mayores de la clase y a mí.
Lucia,María y Toni querían saber “de donde vienen los niños y todo eso”, y como en el colegio existía una prohibición expresa de hablar de sexualidad, les propuse venir a merendar a casa, y explicárselos con calma. Los padres estuvieron de acuerdo, por eso estábamos tan contentas.
Los que ninguna de nosotras esperaba era que el plan acabara de esa manera. Después de la merienda y de la explicación,...