Libro
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo hallócaído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no
podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba por no ser fuerte y sólida como el Roble.
Entonces encontró una planta, unaFresia, floreciendo y más fresca que nunca. El rey preguntó:
—¿Cómo es que creces tan saludable en medio de este jardín mustio y umbrío? La flor contestó:La discriminación es el odioso punto de partidade este tramo del camino. Palabra grave y complicada si las hay, porque evoca desprecio, racismo, exclusión de los otros.
Sin embargo, no es éste el único sentido que tiene la palabra, no es éste elsentido en el que la uso; hablo de discriminación en cuanto a conciencia de otredad. Es decir, la capacidad de discriminarse o, si suena menos lesivo, distinguirse de los otros que no son yo.
Saberque hay una diferencia entre lo que llamo yo y el no-yo. Que vos sos quien sos y yo soy quien soy.
Que somos una misma cosa, pero no somos la misma cosa. Que no soy la misma cosa que vos, que soyotro.
Que no soy idéntico a vos y que vos no sos idéntico a mí.
Que somos diferentes. A veces muy diferentes.
Esto es lo que llamo conciencia de otredad o capacidad de autodiscriminarse. Y debo empezarpor allí, porque así empezó nuestra historia.
Nacimos creyendo que el universo era parte de nosotros, en plena relación simbiótica, sin tener la más mínima noción de límite entre lo interno y loexterno.
Durante esta “fusión” (como la llama Winnicott), mamá, la cuna, los juguetes, la pieza y el alimento no eran para nosotros más que una prolongación indisoluble de nuestro cuerpo.
Sin necesidadde que nadie nos lo enseñe directa-mente, dice el mismo Winnicott que la “capacidad innata de desarrollo y de maduración” con la que nacimos nos llevará a un profundo dolor (posible-mente el...
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