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El Estado Moderno tiene las siguientes características:
a) Una entidad territorial;
b) Establecimiento de un poder central suficientemente;
c) Creación de una infraestructura administrativa, financiera, militar y diplomática;
d) Consolidación de la unidad económica.
El Estado ha evolucionado desde sus orígenes griegos, pero el Estado Moderno lo ha hecho desde lo que se denominó Estado deDerecho al llamado Estado Social de Derecho.

El racismo y la xenofobia constituyen una infracción directa de los principios de dignidad, libertad, democracia,
respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, principios que forman los pilares de la Unión
Europea y que comparten todos los Estados miembros.
La Comisión Europea condena y rechaza toda forma de racismo y xenofobia,y yo me he comprometido a emplear
todos los poderes derivados de los Tratados para luchar contra unas prácticas tan repugnantes. Ahora más que
nunca, deberíamos dar prioridad a esta tarea a todos los niveles: internacional, europeo, nacional y local. La UE,
que por naturaleza desea afianzar la solidaridad y la unidad entre las personas, debe situarse a la vanguardia de la
lucha contra todaforma de racismo.
Para lograrlo, debemos fomentar la libertad y solidaridad con una política activa de integración cultural. Europa no
puede limitarse a desempeñar la función de vigilante, puesto que subestimaría la necesidad de alimentar y
desarrollar las raíces del diálogo y la reciprocidad, verdaderas armas para combatir el racismo y la xenofobia.
Por consiguiente, mientras fomentamos ypromovemos la supervisión, reforzada con una nueva legislación
común, debemos asimismo fomentar y aplicar acciones específicas centradas en la integración.
En lo que respeta a la violencia racista, el Consejo llegó a un acuerdo político sobre una Decisión marco del
Consejo relativa a la lucha contra el racismo y la xenofobia, presentada por la Comisión en 2001. Según ella, los
Estados miembros debencastigar el comportamiento de carácter racista con sanciones penales.
De ahí surgieron diversos debates sobre la delicada cuestión de la libertad de expresión. Pero la libertad de
expresión, una parte esencial de los valores y tradiciones europeos, tan difícil de obtener en su momento, simple y
llanamente no es negociable. Los gobiernos u otras entidades públicas no pueden prohibir o autorizarlas
opiniones de las personas. Del mismo modo, las opiniones sólo comprometen a quienes las expresan, a nadie
más. No pueden comprometer a un país, un pueblo, una religión. No deberíamos permitir que nadie pretenda lo
contrario. La libertad de expresión funciona en ambos sentidos: basándonos en la libertad de expresión, existe
tanto la posibilidad de hacer pública una opinión, como decriticarla. Esta situación constituye una característica
inherente de las sociedades europeas democráticas contemporáneas, rasgo que debemos conservar.
En relación con el racismo, existen unos límites a la libertad de expresión definidos y aplicados por las
legislaciones de los Estados miembros. Estos límites se fijan para proteger otros derechos fundamentales. En
particular, la legislación nacionalde los Estados miembros ya prohíbe, en unos casos más extensamente que en
otros, el comportamiento y las expresiones racistas y xenófobas.
No existe ninguna contradicción en proteger a las personas frente a las expresiones racistas y, simultáneamente,
garantizar que la libertad de expresión sea, y continúe siendo, uno de los pilares clave de nuestras sociedades y
de la propia UE. Aunque noresulte pan comido, una sociedad democrática iría en contra de sus principios básicos
si no luchase contra los comportamientos racistas y xenófobos.
El motivo es lo que diferencia a la violencia étnica y racista de las otras formas de violencia. Los grupos
minoritarios son sus víctimas porque son grupos minoritarios. Personas de un determinado origen racial
se convierten en víctimas porque se...