Lo Supraorganico
Páginas: 32 (7766 palabras)
Publicado: 1 de octubre de 2012
Tylor, E. B. (1975). La ciencia de la cultura. En Kahn, J. S. (Comp.), El concepto de cultura (pp. 29-46). Barcelona: Anagrama.Este material es proporcionado al alumno con fines educactivos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor. Este ejemplar no tiene costo alguno. El uso indebido de este ejemplar es responsabilidad del alumno.
aci.rrc ';-:5 p 5 z c i p i o ~ e 13. evolución or_eArlica a los hcchos del d crecimiento cultural. Por supueszn, se trata cle u nrazonamiento por analag~ao argumentación d e que, pucsno qiie dos cosas sc parecen en un aspecto, tambidn serán similares cn otros. E n ausencia de conocimientri, tnler Tupuestos sc jiistifican como s11pueTtus. No obstante, su cfccto consiste con dzmrisiada frecucncia en predctcrminar la actitud inentiil, con el resultado de que, cuando crnpiezan a zrcrimularse datos quc pueden proTiar o recliazar clsupuesta basado en la analogía, eqtris t l ~ t o s nri siguen ya cansidcrándosc imparcial v juiciosamenle, sino que, simplemente, se distribuyen y diqponen de tal forma que no interfieran con la conviccibn establecida en que sc ha convertido, desde hace tiempo, el supucsto principio a demastras. Esto cq lo q u e ha suceclido en el campo dc la evoluci6n orghnica y social. La dictinciiin entre ambas,que es tan evidente q u e en las épocas antcsiorcs parecía un vulgar tcipico para que merecicra señalarse, tia sido oscurecida cn gran medida en los últimos cincuenta años por la Influencia que ha tenido sobre los entendimicntos de la epoca los pensamientos relacionsdas can la idea d e la evolución oryánica. Incluso parece cvrrccto afirmar que esta conrusión h a sido mayor y más general entreaquellos para quiencs el estudiu y la eiudicion constituyen el trabajo de todos 10s dias. Y, sin embargo, muchos aspectos de la diferencia entre lo organice y lo que hay en la vida humana de no orgánico resultan t a n claros que un niño puede comprenderlas y que todos 10s seres humanos, incluyendo a los más salvajes, utilizan constantemente la distinción. Todo cl mundo es consciente d e q u e nacemoscan ciertos poderes y que adquirimos otros. No es ncccsario ningún argumento para demostrar que unas cosas de nuestra vida y constitución proceden de la naturaIeza, a travds de la herencia, y que otras nos llegan a traves de agcntes con las que la herencia nada tiene que ver. N o se ha encontrado todavia nadie que afirme que cl ser humano nace con un conocimienta inherente de la tabla demultiplicar; pos otra partc, tampoco hav nadie que d u d e de que los hijos de un negro nacen negros gracias a funcionamiento de las fuerzas de la herencia. No 1 obstante, a l ~ u n a scualidades de todos los individuos tienen razones claramente cietectables; y cuando se comparan coma conjuntos el desarrolla de la civilización y la evolución de la vida, se ha dejado pasar de largo con demasiada frecuenciala distinci6n enirc los procesos que implican. Hace alpiinos millones d e anos, sc crce normalmente, la selecciDn natural a al@n orro agcnte evnlutivu dio lugar, por primcra vez, a la aparicjlin en el mundo de los phjaros. Salieron d e los reptiles. Las cundiciones eran tales que la lucha por la exiqtencia era dificil sobre la tierra, mientras que en e\ airc había segirridnil y cspaciu.Paulatinamente, bien mediante una scrie de grados casi impcrceptibIes a lo largo d e la línea de las succsiuac generaciones, u bien a saltos más notables y riipidos, el grupo de los pfijnros fuc evolucionando R partir de sus antepasados reptibIes. En esta evoluciíin se adquirirron plumas y se perdieron escarnaq; la fncirltad de coger crin
Tylor, E. B. (1975). La ciencia de la cultura. En Kahn, J. S....
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