Los dos hijos nunca reconocidos de Isidro Ayora Cueva, Fotografías e historia.
El Estado ecuatoriano, en una operación secreta,procedió a designar a uno de los dos hijos nunca reconocidos, con identidad falsa, para desposar a la huérfana y destruirla moral y psíquicamente, para que Ella nunca descubra su verdadero origen y así ocultar para siempre la desaparición del Matrimonio Estadounidense – Ecuatoriano.
Firman.
Los dos nietos del Presidente Isidro Ayora Cueva, que biológicamente corresponden a los Apellidos Ayora –Tostige, están inscritos con falsas identidades por el Estado Ecuatoriano en el Registro Civil:
Ignacio Guillermo “Ramírez Tóstegui”
Enrique Adolfo “Ramírez Tóstegui”
A continuación, les presentamos un relato donde se explica como vivió la huérfana en su primera infancia:
Parte Primera.
1 El Origen.
Nunca nadie supo de donde vino ni hacia donde fue… solo se supo que vieron alviejo y la niña tomados de la mano llegar desde Guayaquil.
Era una lluviosa mañana de navidades en la fría gabarra de los ferrocarriles del estado, en silencio y con la niña siempre de la mano, se embarcó el viejo en los muelles de Guayaquil.
La lluvia arreciaba, casi no se veía la otra orilla, poco a poco aparecían los muelles de Durán hasta que atracaron. Subieron con nerviosismo lastambaleantes y resbalosas tablas hasta llegar a tierra firme. La gente traía y venía en las calles enlodadas entre venas de agua deslizándose hacia la orilla. Encharcados y con frío, llegaron a casa del zorro.
Era un 24 de Diciembre de 1.920 cuando una mujer que cargaba dos baldes de agua de lluvia; se detiene y abre la puerta, irrumpe el viejo y le pregunta ¿Está el zorro? La mujer lo mira… hay silencio.¿Porqué le dice zorro? Pregunta la niña… Porque se retiró y jamás perdió un juego de cartas contestó la mujer.
Se retiró hace 25 años añadió la mujer… Está todo cambiado casi no reconozco el sitio. La mujer entra con uno de los dos baldes, el viejo le ayuda con el otro y entran a lo que era un restaurante… Espere aquí un rato.
Después de muy extensos minutos aparece el zorro; de unos 80 años, semira cara a cara con el viejo, de unos 74 años.
Estaban en el comedor del restaurante del zorro, a la niña se le ordenó que esperase en una de las sillas del comedor, el zorro y viejo se dirigieron al patio hablaron por mucho tiempo, luego regresaron y se dirigieron hacia la niña, el viejo se arrodilló y la abrazó sin saber si eran gotas de lluvia lo de sus ojos, le dijo é es quien te va acuidar...
La niña lloró a gritos y se aferró al viejo, pero el zorro la apartó.
Esa misma húmeda tarde, el viejo salió sólo, se dirigió al andén, tomó el tren hacia la serranía, y desapareció para siempre.
El zorro se quedó con la niña …Rosita, como se hacía llamar, le enseñó a trabajar, y así, a los 10 años de edad, limpia cada mañana el restaurante. Era tan frágil que parecía tener 6 perotrabajaba siempre cantando y de paso, el zorro le pagaba un sucre diario, una fortuna para ella. El negocio ya no era el mismo, habían aparecido muchos más y por razones económicas, había tenido que despedir a la camarera. Tres años después, niña quiso ayudar, y le pidió al zorro trabajar atendiendo a los clientes. Ella limpiaba las mesas de madera , atendía los pedidos, traía y recogía los platos.Al frente se veía Guayaquil, principal puerto del Pacífico sur, ostentador de sus manglares intactos del golfo. Pero Durán era tanto o más importante que la misma gran ciudad, estaban allí las fundiciones de el estado y la estación del ferrocarril, orgullo y maravilla de tenacidad y de la ingeniería de la civilización. Durán era tan activo que sus espacios resultaban estrechos para la actividad...
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