Los Impulsos Y Como Encarrillarlos
Lo fácil es caer en ellos, más difícil es reflexionar y oír a nuestro Pepito interior. Para conseguir cambios, lo más importante es hacer acopio de energía y saber tomar las recaídas como un hecho natural
El agotamiento es el principal enemigo de nuestros propósitos.
Nuestro cerebro gasta mucho combustible para reflexionar.
Si dispusiéramos de una goma queborrara la culpa, las recaidas resultarían simpáticas.
Un ejemplo de nuestra hermosa imperfección.
Manzana o cruasán de chocolate?, ¿gimnasio o sofá?, ¿refresco o Martini?, ¿cigarrito sí, cigarrito no? .
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¡Cuántas batallas interiores provocan estos dilemas! Disyuntivas que nos parten dolorosamente en dos.
Por ello, los psicólogos Fritz Strack y Roland Deutsch, de la Universidad deWürzburg, bautizaron su teoría para explicar el autocontrol con el nombre de modelo de sistema dual.
Parten de la idea de esta lucha interior.
Concretamente, entre el sistema impulsivo y el reflexivo.
El sistema impulsivo funciona dirigido por los refuerzos inmediatos: el dulce placer del chocolate, el descanso envolvente del sofá, la flotación del Martini, la intensidad de la primera calada .
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.Esta parte de nuestro yo no piensa, va a gratificarse directamente, no le importa qué pasará con nuestro cuerpo a largo plazo.
Es inconsciente, es emocional, es como un niño.
Su opositor, el sistema reflexivo, es el Pepito.
Nos avisa de qué puede suceder si bebemos alcohol, nos recuerda que ayer nos propusimos por enésima vez que hoy iríamos al gimnasio .
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La razón es la que habitaen este sistema.
¿Quién gana la batalla? Depende .
CANSADOS Y CON PROPÓSITOS
"Si nos sentimos mentalmente agotados, los impulsos se apoderan del timón".
(Wilhelm Hofmann y Malte Friese)
Son muchos los factores que determinan quién triunfará en esta pelea.
Los que provocan que encendamos el cigarro o no, o que determinan si el sofá acabará por hechizamos y hacernos olvidar nuestrojuramento interior de hacer ejercicio.
De entre todos ellos, hay uno que es el rey: el cansancio.
El agotamiento es el principal enemigo de nuestros propósitos.
Es fácil de entender.
El sistema reflexivo necesita mucha energía para trabajar, mucha más gasolina que el impulsivo.
Nuestro cerebro gasta una alta cantidad de combustible para reflexionar.
Vamos andando por la calle y al mismo tiemponuestros pensamientos van volando de un lado para otro; podemos hacer las dos cosas a la vez (andar y pensar) porque ambas requieren poca energía, son automáticas.
Pero ¿qué pasa cuando de repente nos acordamos de algo muy importante o nos viene una idea genial a la cabeza? Pues, en muchos casos, nos detenemos, nos paramos en medio de la acera.
Toda la energía se va hacia esa idea, tanta queincluso hemos necesitado la que empleábamos para andar pleábamos para andar.
Estamos conduciendo y escuchando música, fácil, nuestro cerebro puede con las dos tareas.
¿Qué pasa cuando tenemos que aparcar? Mucha gente apaga la radio, necesitan toda la atención, toda la energía, para calcular las maniobras.
Pues bien, ante el pastel de chocolate también necesitamos energía, combustible, para quenuestro sistema reflexivo se ponga en marcha y nos frene.
Normalmente llegamos a casa derrotados, abrimos la nevera y ¿quién tiene energía para luchar contra ese apetitoso pastel? Así que el impulsivo que no requiere energía gana la batalla.
Tal como señalan Wilhem Hofmann y Malte Friese, especialistas en conductas impulsivas, "el auto control precisa de energía mental, tan agotable como lafuerza muscular".
Si algo nos caracteriza a la mayoría de los humanos actuales que vivimos en esta sociedad, es nuestra apretada agenda.
Esos listados agotadores de obligaciones.
Ese ajetreo diario va consumiendo las energías y encima vamos coleccionando propósitos que solo por el hecho de proponerlos ya absorben más energías.
Esa lucha con nosotros mismos es lo más aplastante.
En muchos...
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