LOS TROTACAMPOS
Páginas: 14 (3426 palabras)
Publicado: 3 de noviembre de 2015
ESCUELA SECUNDARIA TECNICA #9
CITLALLI GONZALEZ REYES
2°F T/M
PROFA. EDITH HERNANDEZ ZURITA
VILLAHERMOS TABASCO
CICLO ESCOLAR 2015 – 2015
POLAROID
Entre primer y segundo año de la universidad, Maulini roba alrededor de setecientos libros. Parece una cifraimpresionante, pero siempre hay gente que roba o que bebe o que fuma más que tú. Primero los agrupa en cajas y luego los vende a un señor que conoce y que le paga bien. El patrimonio de Maulini es nada. Tres prendas de vestir, una cámara fotográfica. Una Nikon D-360 que le arrebató a un turista entretenido por la zona de la Avenida del Puerto. El turista, un polaco o un checo, alemán no, porque a los alemaneso a los franceses o a los ingleses debe ser difícil robarles, no lucía ebrio, aunque sin dudas estaba ebrio y es posible que drogado, pues Maulini corrió hasta desfallecer, pero nadie lo siguió. Ni el turista, ni un grupo de turistas, ni un santo alumbrado de última hora y mucho menos la Policía. Tomó una máquina cerca del túnel de La Habana y le pagó veinte pesos al chofer —algo que nunca hacía—para que lo dejara en la misma puerta de su casa. Que no era su casa, sino un alquiler. Maulini vivía allí desde hacía dos meses. Desde que dejó la universidad y su madre se insultó y aquello provocó entre ambos una discusión fortísima y entonces, antes de que la situación empeorara, Maulini decidió largarse. Aunque, ciertamente, cuando alguien decide irse de algún lugar las cosas no pueden andarpeor, han llegado a su límite, excepción hecha de los profetas y de las personas muy juiciosas, que saben con años, y a veces con décadas de antelación, cuándo el cielo o el porvenir van a tornarse grises y el clima, a su vez, volverse insoportable. Los robos ocurren de día y en las librerías más públicas, tanto estatales como privadas. Maulini no se rompe la cabeza. Usa un recurso fácil, pocointeligente, incluso vulgar, pero siempre efectivo. Tuerce el libro, se lo guarda bajo el pantalón y sale caminando despacio. Cuando dobla la esquina vuelve a sacarlo y echa a correr. A Maulini le gusta correr, pero nunca nadie lo sigue. Como si robara en librerías fantasmas, o él mismo fuera un fantasma, o la ciudad en la que Maulini perpetra sus atracos fuera, en su totalidad, una ciudad fantasma.Mientras corre, piensa en estas cosas y piensa, además, que de ser así tendrían que existir también las detenciones fantasmas. A Maulini le preocupan tales cuestiones y una tarde, al huir a la desbandada de la librería de 25 y O, lo invade un sentimiento de terror, lo recorre un corrientazo y una fatiga intensa que le quiere decir, aunque al final no se lo diga, pues Maulini entiende desde lasprimeras señales, que ya estuvo bien, que por el momento debe parar y que más vale no forzar la buena fortuna, la derecha que el azar le ha tendido en cuanto a sus atracos se refiere.
En la noche, le cuenta a la señora del alquiler (la señora se llama Isabel) lo sucedido y esta le aconseja que se dedique a la fotografía. Para algo, dice, te han puesto una Nikon en las manos. No para que la vendas,hijo, no para que la eches a un rincón, sino para que te apertreches detrás de ella y cuando creas conveniente aprietes el obturador. A Maulini le agrada la señora Isabel, lo trata en un tono maternal, aunque a veces se vuelva estúpida. Le satisface su preocupación y hasta su acento, el acento no cubano de sus consejos. También le satisface el precio pírrico del alquiler. Cuando debiera ser élquien estuviera alquilándole a una extranjera y cobrando por ello una buena suma, sucede que es la extranjera quien le alquila y quien, además, solo le cobra porque evidentemente precisa del dinero. Nunca le ha preguntado a qué se debe tanta generosidad. Tampoco le ha peguntado de qué país procede o bajo qué circunstancias su cuerpo vino a caer en un lugar tan jodido como Centro Habana, cuando la...
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