maman
MAMAN… La araña es la madre de todas las madres, gigante en su amenaza y es enorme en su protección.
En el año 2011, en esos viajes programados por los centros estudiantilesde la universidad decidí visitar la muestra que se celebraba en Buenos Aires, de Louis Bourgeois “El retorno de lo reprimido”, artista desconocida hasta el momento para mí.
Debo confesar que en estaoportunidad no me sentía demasiada atraída para concurrir, pero me llamaba poderosamente la atención esa enorme araña que se veía en las fotos. Admito que me seduce sobremanera todo lo relacionado conla naturaleza, lo animado y lo inanimado, pero sinceramente los insectos no son de mi preferencia y en particular los arácnidos, pero en este caso me subyugaba esa araña, y más aún su tamaño.Luego del placentero viaje de ida llegamos al pintoresco barrio de la Boca, más precisamente, a la Fundación PROA, y en la explanada de la entrada, como emergiendo del cemento se erguía ese majestuosogigante en acero y bronce, de casi diez metros tanto de alto como de ancho. Maman (traducido: Mamá), ese era el nombre que la artista había bautizado a su obra. Antes de ingresar a la muestra debimospermanecer unos cuantos minutos fuera, que en realidad no era una espera ya que la muestra comenzaba allí. Es decir que debí enfrentarme y permanecer cerca de MAMAN. En ese momento tuve sensacionesencontradas primero el miedo, tuve que tomar distancia y mirarla de lejos, sin tocarla, sólo mirarla, lentamente me fui acercando y me metí dentro de esas gigantescas patas y mirando hacia arriba vi suabdomen que alojaba huevos blancos y me inundó otra sensación diferente a la anterior, una sensación de fragilidad, de cobijo hasta de ternura; y me saltaron a la mente ciertas preguntas ¿por quémamá? ¿Por qué una araña gigantesca? ¿Por qué los huevos?. Entonces, para encontrar las respuestas ingresé a la galería recorriéndola por largo período de tiempo y al salir y ver otra vez esa...
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