Maquiavelo
El Príncipe. Alianza Editorial, S.A., Madrid, 1993. Traducción de Miguel Ángel Granada
1-. Metodología
1.1.
… Deseando yo, por tanto, ofrecerme a Vuestra Magnificencia con algún testimonio de mi afecto y obligación hacia Vos, no he encontrado entre mis pertenencias cosa alguna que considere más valiosa o estime tanto como el conocimiento de las acciones de los grandeshombre, adquirido por mí mediante una larga experiencia de las cosas moderna y una continua lectura de las antiguas: tras haberlas estudiado y examinado durante largo tiempo con gran diligencia, las envío ahora –compendiadas en un pequeño volumen- a Vuestra magnificencia.
(Introducción. Nicolás Maquiavelo al Magnífico Lorenza de Medici, pp. 31-32)
1.2.
…Y porque sé que muchos han escrito deesto, temo –al escribir ahora yo- ser considerado presuntuoso, tanto más cuanto que me parto –sobre todo en el tratamiento del tema que ahora nos ocupa- de los métodos seguidos por los demás. Pero, siendo mi propósito escribir algo útil para quien lo lea, me ha parecido más conveniente ir directamente a la verdad real de la cosa que a la representación imaginaria de la misma. Muchos se hanimaginado repúblicas y principados que nadie ha visto jamás ni se ha sabido que existieran realmente; porque hay tanta distancia de cómo se vive a cómo se debería vivir, que quien deja a un lado lo que se hace por lo que se debería hacer, aprende antes su ruina que su preservación…
(XV. De aquellas cosas por las que los hombres y sobre todos los príncipes son alabados o censurados, p. 83)
2.- El finjustifica los medios. Medios de obtener, conservar y ejercer el poder
2.1.
… porque hay tanta distancia de cómo se vive a cómo se debería vivir, que quien deja a un lado lo que se hace por lo que se debería hacer, aprende antes su ruina que su preservación: porque un hombre que quiera hacer en todos los puntos profesión de bueno, labrará necesariamente su ruina entre tantos que no lo son. Portodo ello es necesario a un Príncipe, si se quiere mantener, que aprenda a poder ser no bueno y a usar o no usar de esta capacidad en función de la necesidad.
(XV. De aquellas cosas por las que los hombres y sobre todos los príncipes son alabados o censurados, p. 83)
2.2.
Cuán loable es en un príncipe mantener la palabra dada y comportarse con integridad y no con astucia, todo el mundo lo sabe.Sin embargo, la experiencia muestra en nuestro tiempo que quienes han hecho grandes cosas han sido los príncipes que han tenido pocos miramientos hacia sus propias promesas y que han sabido burlar con astucia el ingenio de los hombres. Al final han superado a quienes se han fundado en la lealtad.
Debéis, pues, saber que existen dos formas de combatir: la una con leyes, la otra con la fuerza. Laprimera es propia del hombre, la segunda de las bestias; pero como la primera muchas veces no basta, convine recurrir a la segunda. Por tanto, es necesario a un príncipe saber utilizar correctamente la bestia y el hombre. Este punto fue enseñado veladamente a los príncipes por los antiguos autores, los cuales escriben como Aquiles y otros muchos de aquellos príncipes antiguos fueron entregados alcentauro Quirón para que los educara bajo su disciplina. Esto de tener por preceptor a alguien medio bestia y medio hombre no quiere decir otra cosa sino que es necesario a un príncipe saber usar una y otra naturaleza y que la una no dura sin la otra.
Estando, por tanto, un príncipe obligado a saber utilizar correctamente la bestia, debe elegir entre ellas la zorra y el león, porque el león nose protege de las trampas ni la zorra de los lobos. Es necesario, por tanto, ser zorra para conocer las trampas. No puede, por tanto, un señor prudente –ni debe- guardar fidelidad a su palabra cuando tal fidelidad se vuelve en contra suya y han desaparecido los motivos que determinaron su promesa. Si los hombres fueran todos buenos, este precepto no sería correcto, pero –puesto que son malos y...
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