Memorias de un abogado
JESÚS EL PROFETA DEL REINO DE DIOS
P. Luís Gutiérrez, sj
Cuando Jesús deja el desierto, cruza el río Jordán y entra en la tierra que Dios había regalado a su pueblo. Era por al año 28 de nuestra era y Jesús tiene unos treinta y dos años. No se dirige a Jerusalén ni se queda en Judea, se va, directamente a Galilea, y vivirá en Cafarnaún, junto al mar.
Lleva fuego en su corazón ynecesita anunciar a aquellas pobres gentes una noticia que le quema por dentro: “he venido a poner fuego en la tierra” (Luc. 12,49). Cafarnaún es una aldea importante pero no como Tiberíades. Las casas son modestas, sus calles polvorientas, que se convierten en barrizales en tiempo de las lluvias. Su población es judía, a excepción de los cobradores de impuestos y algunos funcionarios y tal vez unapequeña guarnición del ejército de Antipas. Sus habitantes son gente modesta, bastantes campesinos que viven de los productos del campo y las viñas de las cercanías, pero la mayoría vive de la pesca.
Al parecer Jesús simpatiza pronto con las familias de pescadores, especialmente Pedro en cuya casa se hospeda habitualmente. Le dejan sus barcos para moverse por el lago y hablar con la gentesentada en la orilla. Sus mejores amigos son: Simón, Andrés, Santiago y Juan, hijos del Zebedeo. Una de las mujeres que le acompaña hasta el final es Salomé y, también María de Magdalia, curada por Jesús y cautivada por su amor para siempre.
Jesús no se instala. Quiere difundir la noticia del Reino de Dios por todas partes. No es posible construir su itinerario, pero sabemos que recorrió los pueblossituados en torno al lago; visitó las aldeas de la baja Galilea: Nazaret, Caná, Naín y llegó a las regiones vecinas de Galilea: Tiro y Sidón, Cesarea de Filipo y la Decápolis. Evita las grandes ciudades de Galilea como Tiberíades, la nueva y espléndida capital, construida por Herodes Antipas. Cuando Jesús se acerca a ciudades grandes no entra en ellas sino que se detiene en las aldeas donde seencuentran los más excluidos: gente de paso y vagabundos errantes que duermen fuera de las murallas.
Generalmente va acompañado de un pequeño grupo de seguidores. Cuando se desplaza de una aldea a otra, busca entre los vecinos personas dispuestas a proporcionarles comida y un sencillo alojamiento. Su lugar preferido es la sinagoga o el espacio donde se reúnen los vecinos, sobre todo los sábados.Era el mejor marco para dar a conocer la buena noticia del Reino de Dios. Es el mismo Jesús el que recorre las aldeas invitando a “entrar en el Reino de Dios que está ya irrumpiendo en sus vidas”. Las parábolas e imágenes que Jesús extrae de la vida de estas aldeas vienen a ser “parábola de Dios”.
La curación de los enfermos y la liberación de los endemoniados son un signo de una sociedad dehombres y mujeres sanas, llamados a disfrutar de una vida digna de hijos de Dios. Las comidas abiertas a todos los vecinos son símbolo de un pueblo invitado a compartir la gran mesa de Dios, el Padre de todos.
Jesús ve en esta gente el mejor punto de arranque para iniciar la renovación de todo el pueblo. Estos campesinos hablan arameo, como él, y es entre ellos donde se conservan de manera másauténtica la tradición religiosa de Israel. En las ciudades es diferente, además de arameo se habla también algo de griego, lengua que Jesús no dominaba; además la cultura helenista está allí muy presente. Es muy probable que haya otra razón más poderosa en su corazón. En las aldeas de Galilea está el pueblo más pobre y desheredado, despojado de su derecho a disfrutar de la tierra regalada porDios. Aquí encuentra Jesús, como en ninguna otra parte, el Israel más enfermo y maltratado por los poderosos, aquí es donde Israel sufre con más rigor los efectos de la opresión.
En las ciudades, por el contrario, viven los que detentan el poder, junto con los colaboradores: dirigentes, grandes terratenientes, recaudadores de impuestos. No son ellos los representantes del pueblo de Dios, sino sus...
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