pensamiento de foucault
Este proyecto metodológico, que Foucault había comenzado por su interés en el tratamiento de la sinrazón, prosiguió luego en textos como Arqueología del saber (1969) y Vigilar y castigar (1975), entre otros. Poco antes de su muerte, en una entrevista, le preguntaron aFoucault si había que tomarlo por un idealista, nihilista, anti-marxista, anarquista o neoconservador. Foucault contestó orgulloso que había transitado casi todas esas veredas y aun otras más espurias "una tras otra y hasta simultáneamente. Ninguna de estas descripciones importa por sí —decía— pero en conjunto significan algo. Y admito que me gusta lo que significan".
Quizá haya que atribuir enparte el inmenso atractivo que sigue ejerciendo Michel Foucault a esta vocación por coquetear con todas las formas de pensamiento y a su habilidad para rechazarlas luego con elegancia y lucidez. En lo que va del año —el vigésimo aniversario de su muerte (se cumple el 25 de junio)— ya se publicaron en la Argentina cuatro libros sobre distintos aspectos de su vida y obra. Se trata de MichelFoucault. Glosario epistemológico, de Sergio Albano (Editorial Quadrata), San Foucault. Para una hagiografía gay, de David Halperín (reedición 2004 de El cuenco de plata), El infrecuentable Michel Foucault, compilación de ensayos coordinada por Didier Eribon (Letra Viva), y El vocabulario de Michel Foucault, de Edgardo Castro (Prometeo). Historiadores, sociólogos, estudiosos de la filosofía, la críticacultural, el psicoanálisis, todos beben de la fuente Foucault por su modo de hacer filosofía y literatura.
En una historia intelectual que abarcó de 1954 a 1984, Foucault elaboró textos provocadores, críticas airadas, pobló las ciencias sociales de un vocabulario técnico fructífero que en muchas ocasiones tomó prestado —reformulado, actualizado—, de la Antigüedad; polemizó con elexistencialismo, el marxismo, el humanismo cristiano, el liberalismo, y al fin sedujo a partidarios de todas estas corrientes por un ejercicio más intenso que sistemático del pensamiento crítico. Pero ¿sedujo o dejó sin habla? Porque, ¿quién querría colocarse en la vereda de enfrente de un francotirador tan talentoso? ¿Con qué argumentos podría contrarrestar su habilidad para reconducir el discurso o la...
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