PENSATO LA_COMPILACION_DE_BIBLIOGRAFIAS
"Ordenar colecciones de libros
es ejercitar, en silencio y modestia,
el arte del crítico' (J. L. Borges)
Parece oportuno, para encuadrar mejor el tipo de tratamiento que ser adoptado en
este volumen, confrontarlo con los esquemas seguidos por algunos de los más relevantes
trabajos -más o menos recientes- publicados sobre el asunto.
Georg Schneider subdividesimplemente la parte cuarta ("La preparación de las
listas de literatura") de la sección teórico-histórica de su celebérrimo manual en tres
capítulos:
1. La colección de los títulos, en el cual se habla de manera aguda y rigurosa sobre
todo de exhaustividad y selección.
2. El encabezamiento de los títulos.
3. La ordenación de los títulos que es, de forma más general, un discurso sobre
lasclasificaciones bibliográficas, una recapitulación ejemplar de las premisas y
tendencias clasificatorias vigentes en Francia, Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos
de América (Schnelder, 1926).
La cuarta dimensión de la bibliografía, junto a la histórica, la bibliotecaria y la
enumerativa, es, en el esquema de Van Hoesen-Walter (Van Hoesen-Walter, 1928), la
"práctica", que se ocupa del mértodo de trabajo y,en particular, de la lectura, de la
investigación, de la metodología específica, de la preparación del manuscrito para la
publicación y de la publicación.
Clásica y repetidamente citada y evocada es la sucesión de las fases del trabajo
bibliográfico propuesta por L.N. Malclés, en la mejor de sus peregrinaciones en torno a
la bibliografía (Malclés, 1950):
1. Búsqueda.
2. Identificación.
3.Descripción.
4. Clasificación.
Bartsch, en el capítulo 6, ("La producción de bibliografías") de su manual se
ocupa de: colección del material, "elaboración convencional del material", métodos de
cita y ordenamiento, paso del repertorio del manuscrito a la impresión (Bartsch, 1979).
Robinson, en su afortunada Systemat'c b'bliography, separa el núcleo más
propiamente metodológico del tratado en tressecciones (Robinson, 1979):
a) La colección del material y la mecánica de la compilación, en la cual confluyen
también los problemas (incluidos por Robinson entre las decisiones preliminares)
relativos a la elección y a la delimitación del objeto y, más sorprendentemente, aquellos
relativos a la forma de los encabezamientos y a las anotaciones, que, para otros son fases
centrales o sucesivas (y nopreliminares) del trabajo. La parte más convincente y útil de
esta sección (el segundo capítulo en el índice sumario del libro) esta quizas dedicada a
la colección del material y a la individualización de las fuentes del trabajo bibliográfico.
b) El ordenamiento, capítulo cuya claridad y eficacia esta confiada a una serie
bien elegida de ejemplos, sobre todo en cuanto a las secuencias a adoptar enpresencia
de campos y temas particulares tales como: 1. una región (territorio); 2. una ciudad; 3.
las ciencias sociales; 4. las ciencias puras o aplicadas; 5. la literatura; 6.las bibliografías
por autor; 7. obras únicas; 8. personajes históricos; 9. guerra; 10. diarios; 11. revistas;
12. historia de la tipografía; 13. tesis universitarias.
c) Presentación. Brevísimo capítulo sobre el estilotipográfico-editorial, utilizado
por Robinson para confirmar sus envites genéricos respecto a las exigencias del público,
a la precisión y al primado de la claridad sobre la economía de espacio.
El más agudo y, a la vez, brillante manual recientemente dedicado a nuestro
asunto, el del ya citado músico-bibliógrafo americano D.W. Krummel, preve seis fases
de elaboración de los repertorios bibliográficos:1. Objetivo y delimitación del ámbito del repertorio.
2. Estilo de las referencias.
3. Anotación.
4. Organización.
5. Colección de los títulos.
6. Presentación.
Cuatro capítulos bibliográficos (el último es una reseña cronológica crítica de los
escritos sobre la compilación de bibliografías, 110 títulos desde 1883 a 1983) y diecisete
notas bibliográficas especiales sobre cada tema hacen de este...
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