Plat N Di Logos V 2008
PLATÓN
DIALOGOS
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Asesor para U sección ¿riega: Carlos GaacU C ual.
Según las normas de (a B. C . O ., las traducciones de csic volum en han
sido revisadas por C a k lo i G a rcía G u a l(TectetOt S ofista. P o lític o ).
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R omfno
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EDITORIAL c r e d o s , s . a .
(Parm études) y
F e r n a n d o G a e-
Sancha Pacheco. 81, Madrid. España, 19dS.
Las traducciones» introducciones y notas han sido llevadas a cabo por
M.· ísabd Sania Cruz(Pormtn\desy Político), A. VaHejo Campos (Tette
to) y N- L. Cordero {Sofista)*
Depósito Legal: M. 2332M93S.
ISBN 84-249-1279-9
Impreso enEspaAa. Prinicd in Spain.
Gráficas Cóndor, S. A ., Sánchez Pacheco, 81, Madrid, 1988. — 6188.
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*
PARMÉNIDES
INTRODUCCIÓN
1.
Ubicación del diálogo
El Parménides marca una ruptura y, a la vez, sirve de
transición entre los diálogos medios o de madurez y los
tardíos. Marca una ruptura, porque en ¿1 se formulan una
serie de objeciones a las Formas y a su relación con lascosas, tal como han sido presentadas en los diálogos de
madurez, particularmente en el Fedón y en la República.
Sirve de transición, porque en el se ofrecen los elementos
para la solución de las dificultades planteadas, y se abre
así el camino para el Softs(a>
El Parménides es el primero de υο conjunto de cuauo
diálogos —Parménides„ Teeteto, Sofista, Político— que es
tán ligados por varías referenciascruzadas y por un nuevo
interés en la filosofía eleaia. Fue escrito por la misma épo
ca que el Teeteto —con el que tiene una afinidad estilística
muy grande—, alrededor del 369/368 a. C. Es muy posible
que la composición dei Parménides haya precedido a la
del Teeteto, y, por lo demás, Platón mismo sugiere que
sean leídos en ese orden *.
1
Para la ubicación cronológica del diálogo resolia muyconvincente
el are. de S. Pawaoiotou, «T>ie retaüve order of Plato** Parménides and
Theaeietus», Class. Phtlo!. 76 (1981). 1, páp. 37-39. cuyas sugerencias sigo.
Este diálogo es, sin duda, uno de los más difíciles. A u n
que los argumentos están perfectamente concatenados y.
con una atenta lectura, pueden seguirse sin mayores tro
piezos, la gran dificultad radica en determinar que relaciónguardan entre sí las diferentes secciones y cuál es el propó
sito de cada una de ellas y de la obra en su conjunto.
La tercera parte, en especial, ha sido objeto de múltiples
y dispares interpretaciones y ha representado por siglos,
al decir de A. Capizzi, «la bestia negra de todos los estu
diosos de Platón» 1. El diálogo es serio * y los problemas
en ¿I planteados son de importancia capital.Comprender
su alcance, significado y propósito exige leerlo como una
unidad, y todo intento de examinar una u otra sección por
separado o de analizar un argumento aislándolo del resto
parece condenado al fracaso. Pero, aun leído unitariamen
te, ha sido y sigue siendo fuente de controversia y ambi
güedad. Tal es su riqueza que, como lo dice con acierto
E. Wyler, el Parménides tiene «la extraordinariafacultad
de reflejar la mente de quien lo interpreta. Cuando no se
le plantea al diálogo ninguna pregunta, no da ninguna res
puesta; si se le plantean preguntas estúpidas, nos responde
estúpidamente; si se lo interroga analíticamente, responde
analíticamente (Ryle); si se lo interroga neoplaiónicaroen1
cr. «L*uno e i molo nel pensicro di Platonc», Oiorn. Metaf. XI
(1956), I, pág. 96.
) Mucho se hadiscutido a propósito del carácter de! Parménides. Desde
nuestro punto de vista, parece insostcoible que el diálogo sea, como lo
expresa A. Taylor (Plofo. The Man and his Work, Londres, 1926 (reimpr.»
1963). pág. 351), un elaborado jeu d'csprif. Una exposición y critica de
las más imponames lincas interpretativas pueden tallarse eo el articulo
de W. Runciman, citado eo la bibliografía, «Plato's...
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