Pocos En Washington Saben Tanto Sobre La Guerra Fr A
Cuando el muro cayó yo era el Embajador deEE.UU. en Alemania. Viajé a Alemania en la segunda administración de Ronald Reagan en 1985 y estuve hasta a 1989. Antes de eso estuve 8 años como subsecretario de Estado para Europa en eldepartamento de Estado, desde donde manejaba la política hacia Europa y la Unión Soviética.
¿Y cómo era el ambiente de la época?
Desde tres o cuatro años antes de que cayera el muro existía la sensación de queestamos progresando en nuestras relaciones con la URSS. Habíamos logrado negociar controles sobre armas nucleares y tanto Reagan como Margaret Thatcher y el canciller Helmut Kohl habían desarrolladouna buen a relación de trabajo con Gorbachov, que venía implementando algunos cambios. Pese a ello, creo que nadie tenía expectativas sobre la posibilidad de un cambio súbito sobre el control soviéticoen Europa del Este o que el muro iba a caer.
Reagan visitó Berlin Oriental en 1987 y pronunció un ya famoso discurso donde le pidió a Gorbachov que tumbara el muro, pero nadie en realidad creía queeso podía pasar. Eso me hizo aprender una lección. En retrospectiva la gente, los historiadores, suelen decir que era algo inevitable por que los alemanes del este querían democracia y el sistemasoviético estaba colapsando. Pero en esa época nadie lo decía. El mundo no estaba preparado. Sencillamente sucedió.
¿No hubo siquiera signos de que algo tan grande estaba por ocurrir?
Había protestas enalgunas ciudades, pero nadie pensaba que se traducirían en el desplome de todo un sistema. Fue una sorpresa. Y le recuerdo una anécdota que habla por sí sola: la noche que el muro cayó, el PartidoComunista de la República Democrática Alemana convocó a una rueda de prensa para explicar algunos cambios en su cúpula de poder. Uno de los periodistas dijo haber escuchado que una de las rejas o puestos...
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