Politicas publicas
La política que analizaremos en este trabajo es la implementada en el año 1995 por el ex-Servicio Nacional de Sanidad Animal (Ex-SENASA), actual Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), organismo descentralizado dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, en la órbita del Ministerio de Economía y Producción, que buscaestablecer las prioridades en cuanto a cuáles son los residuos químicos, aditivos, toxinas, y microorganismos a controlar mediante un programa anual.
La fundamentación de la relevancia del problema y la pertinencia de la solución adoptada, está basada, por un lado, en evitar los riesgos para la salud de los consumidores de productos de origen animal, y por otro lado, en la necesidad de obtener mayorconfianza en la comunidad de naciones que comercializan estos productos.
DEFINICIÓN DEL PROBLEMA
La problemática que da origen a la política elegida pasa a tener relevancia pública a partir del año 1986, momento en el cual, dos contenedores de carne con destino a EE.UU. fueron rechazados porque al efectuar el análisis correspondiente se encontraron residuos clorados.
Esto trajo aparejadoque el Gobierno Nacional, ante la posibilidad de pérdidas millonarias ocasionadas por la disminución de las exportaciones de productos de origen animal, diseñara una política sanitaria de control y vigilancia con respecto a determinadas sustancias y residuos en los animales vivos, faenados y sus productos derivados.
Si bien los requisitos específicos demandados por los distintos mercados provocanla diversificación de la política de control, el Estado Argentino decide privilegiar a la Unión Europea dado que es el principal mercado e implementa acciones para incluir al mercado interno como forma de aumentar la confiabilidad externa.
El SENASA comienza a realizar reuniones con las asociaciones que actúan en defensa del consumidor[1], las Cámaras Empresarias que agrupan a los elaboradoresde alimentos para consumo humano, los laboratorios productores de alimentos para animales y medicamentos veterinarios[2] y los laboratorios de diagnóstico[3], con el objeto de poner a consideración de los actores involucrados la inclusión del mercado argentino en la política de control de residuos.
En este escenario los intereses de los actores involucrados son:
SENASA
Para poderimplementar los requerimientos de los países compradores, el SENASA traslada las imposiciones a la industria frigorífica, implementando la exigencia de la realización de los análisis de control de residuos en alimentos. El hecho que la industria deba asumir los costos de los mismos, responde a las ideas neoliberales imperantes en la década de los años ‘90, referidas a la desregulación y a la mínimaintervención del Estado.
La capacidad estatal de limitar la problemática a la industria frigorífica, responde a que en la relación de fuerzas prevalece el Estado sobre ésta, logrando por tanto reducir la disposición de recursos financieros y humanos.
La Argentina necesita mostrarse al mundo como un país que satisface los mayores niveles de calidad, puesto que ello contribuye a mantener losmercados abiertos para la exportación de todas las especies y productos que elabora la Argentina; en esta dirección el Estado, por intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, mantiene reuniones con funcionarios estatales de los distintos países compradores a fin de unificar los criterios de control necesarios para cumplir con las exigencias internacionales.
Lacapacidad de incidencia en las decisiones públicas de las asociaciones de consumidores nacionales, logra consumarse mediante la incorporación del artículo 42 en la reforma constitucional del año 1994; este contexto es favorable para que el Estado legitime socialmente la inclusión del mercado interno en la órbita de la política de control de residuos, aunque en realidad responda a causas...
Regístrate para leer el documento completo.