¿Por que me oponga a la guerra de Vietnan-Martin Luther King
Sermón en la Iglesia Bautista Ebenezer, el 30 de abril de 1967:
El sermón que estoy predicando esta mañana en algún sentido no es el tipo habitual de predicación, pero realmente es un tema importante, puesto que lo que voy a hablar hoy es uno de los temas más controvertidos que enfrenta nuestra nación. El título de loque voy a compartir es "¿Por qué me opongo a la guerra en Vietnam."
Y quiero dejarlo claro desde el principio, veo esta guerra como una guerra injusta, malvada, e inútil. Estoy predicando sobre la guerra en Vietnam, porque mi conciencia no me deja otra opción. Le ha llegado el momento a América de oír la verdad sobre esta trágica guerra, en los conflictos internacionales, la verdad es difícil deencontrar porque la mayoría de las naciones son engañadas acerca sí mismas. La racionalización y la búsqueda incesante de subterfugios son las "cataratas" psicológicas que nos impiden ver nuestros pecados. Pero el día del patriotismo superficial ha pasado. El que vive la vida con falsedad vive en esclavitud espiritual. La libertad sigue siendo todavía el pago que recibimos por conocer la verdad."Conoceréis la verdad", dice Jesús, "y la verdad os hará libres." He elegido predicar sobre la guerra en Vietnam porque estoy de acuerdo con Dante, que los lugares más calientes del infierno están reservados para aquellos, que en un período de crisis moral, mantienen su neutralidad. Llega un momento en que el silencio se convierte en traición.
La verdad de estas palabras estan lejos de cualquierduda, pero la misión a la que nos llaman es de las más difíciles. Incluso presionados por las exigencias de la verdad interior, los hombres no son proclives de asumir la tarea de oponerse a la política de su gobierno, especialmente en tiempos de guerra. Tampoco el espíritu humano se mueve sin grandes resistencias frente a la apatía del pensamiento conformista dentro de nosotros mismos y en elmundo que nos rodea. Por otra parte, cuando los temas en cuestión son tan desconcertantes, como sucede frecuentemente en el caso de este terrible conflicto, estamos siempre a punto de ser paralizados por la duda. Pero tenemos que seguir adelante. Algunos de los que ya han comenzado a romper el silencio de la noche han descubierto que el llamado a hablar suele ser una vocación de agonía. Pero debemoshablar. Tenemos que hablar con toda la humildad que corresponde a nuestra limitada visión, pero debemos hablar. Y debemos alegrarnos también, pues en toda nuestra historia nunca ha habido desacuerdo tan monumental durante una guerra en el pueblo estadounidense.
Las encuestas revelan que casi quince millones de estadounidenses se oponen explícitamente a la guerra de Vietnam. Millones adicionalesno se atreven a apoyarla. E incluso los millones de personas que apoyan la guerra lo hacen con el corazón partido, a medias, confusamente, y llenos de dudas. Esto revela que millones de personas han optado por ir más allá de la profecía de patriotismo llano, a las tierras altas de la disidencia firme, en base a los mandatos de la conciencia y la lectura de la historia. Ahora, por supuesto, una delas dificultades para hablar hoy en día crece por aquellos que están tratando de equiparar el desacuerdo con la deslealtad. Son días negros en nuestro país cuando las más altas autoridades del país están usando todos los métodos para acallar la disidencia. Pero algo está pasando, y la gente no va a ser silenciada. La verdad debe ser contada, y yo digo que los que están tratando de hacer creer quetodo aquel que se opone a la guerra en Vietnam es un tonto o un traidor o un enemigo de nuestros soldados es alguien que ha tomado una posición que se opone a lo mejor de nuestra tradición.
Sí, debemos ponernos de pie, y debemos hablar. [Salto de cinta cassete] ... he tratado de romper la traición de mis propios silencios y hablar desde mi corazón en llamas, para exigir radicalmente que se...
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