psicologa
Adolescentes con Trastornos Mentales
y del Comportamiento
Jordi Solé Blanch
Resumen
Si cada sujeto de la educación representa un enigma, los niños y
adolescentes con trastornos mentales o trastornos graves del
comportamiento suponen un auténtico desafío para cualquier profesional de
la educación. Y es que la función del trabajo educativo es lo primeroque se
cuestiona cuando nos encontramos ante un tipo de sujetos que, por lo
general, se resisten a acceder de forma dócil y obediente a las propuestas
educativas que se les ofrece. Sin embargo, no por ello este tipo de niños y
adolescentes deben constituir un campo de intervención específica sobre
aquello que es valorado por determinados ámbitos psicopedagógicos como
problemático. Esadesviación del punto de mira lleva a los profesionales a
justificar el abandono de un trabajo eminentemente educativo en beneficio
de una suerte de control de los recorridos, los tiempos y las conductas,
confundiendo la adquisición de algunos automatismos comportamentales
con conquistas educativas. ¿No podemos estar encubriendo con ello una
renuncia a la educación?
1. Introducción
El encuentrocon niños y adolescentes con trastornos mentales (TM) o
trastornos graves del comportamiento (TC) enfrenta a los profesionales de
la educación (maestros, profesores, pedagogos, educadores, etc.) con las
posibilidades y limitaciones del trabajo educativo.
Nuestra experiencia como educadores y pedagogos en diferentes
dispositivos sociales y educativos nos permite confirmar que este tipo deniños y adolescentes genera mucha angustia entre los profesionales de las
instituciones en las que se los atiende (escuelas, institutos, centros
residenciales, etc.). Que su conducta pueda perturbar el orden y la
convivencia en el interior de las mismas obliga a los equipos educativos a
plantear intervenciones que hacen del control y la disciplina el eje de sus
propuestas.
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Con el fin de proponer otro tipo de dinámica educativa, en este artículo
ofrecemos algunas orientaciones que pueden sernos útiles a la hora de
comprender los marcos sociales y simbólicos en los que están inmersos los
niños y adolescentes con trastornos mentales o del comportamiento. Como
estas orientaciones son el fruto de años de trabajo con otros profesionales
que atienden a estosniños y adolescentes desde diferentes servicios, la
apuesta por las posibilidades de la función educativa sobre estos sujetos se
presenta en este artículo como resultado de un modelo de intervención en el
que el trabajo transversal y en red redistribuye las responsabilidades entre
todos los profesionales implicados.
2. Los trastornos mentales y del comportamiento en niños
y adolescentes.
Ennuestros años de experiencia en diferentes redes de atención social
(centros de menores, servicios sociales de atención primaria, EAIA…) los
llamados trastornos de conducta o comportamientos disociales representan
uno de los fenómenos más presentes actualmente en la psicopatología
infantil y juvenil. Y además se trata de cuadros emergentes en la
adolescencia cuyos efectos y consecuenciascolaterales han promovido
ciertos discursos estigmatizadores entorno a fenómenos que despiertan
enorme alarma social, tales como la violencia escolar y juvenil, el bullying,
etc. (Beltran y Fuentes (1995), Delgado (1999), Solé y Verdú (2001), Urra
(2003)). No cabe duda que en este sentido los trastornos del
comportamiento tienen una evidente función sintomática en nuestra
civilización como índicede un malestar creciente. Es por ello que a la
psicología clínica le resulta muy difícil ponerse de acuerdo en su
delimitación diagnóstica. La
variabilidad en el pronóstico y en las
estrategias terapéuticas y de intervención así lo corroboran (ÁlvarezCienfuegos y Egea (2003), Rodríguez (2003)).
En el ámbito específico de la psicopatología adolescente incluso se plantea
el estatuto...
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