psicologia
NDC
SUMARIO: I. Nuevo interés por la edad adulta. II. La dinámica del crecimiento adulto: 1. La elaboración de modelos; 2. Dos enfoques del desarrollo humano. III. Tres modelos teóricos: 1. Erik H. Erikson; 2. Daniel Levinson; 3. Robert Kegan. IV. La maduración creyente a la luz de las teorías: – Las etapas de la estructuración según J. Fowler. V. Las opciones comunes y lasconstantes de estas teorías: 1. Un movimiento y una dinámica; 2. Continuidad secuencial; 3. Sobre la realidad; 4. Las transiciones; 5. El entorno cultural; 6. Una mirada de conjunto. VI. Buen uso y mal uso de las teorías.
I. Nuevo interés por la edad adulta
El interés por la edad adulta es relativamente reciente en catequesis, sobre todo en lo que se refiere al crecimiento humano y creyente alo largo de la vida. En el transcurso de los primeros siglos de la historia de la Iglesia, el sujeto primordial de la catequesis era el adulto, pero este acento se fue desplazando progresivamente hasta que los términos catecismo y catequesis quedaron reservados espontáneamente a los niños y jóvenes.
Sólo pasado el período conciliar, la catequesis de adultos recupera su lugar principal y vuelve apensarse en ella como en la forma privilegiada de toda catequesis. Indudablemente esta toma de conciencia se debe a la nueva visión que la sociedad tiene de la edad adulta. Hace tiempo se pensaba que el adulto había terminado su crecimiento psicológico y había alcanzado su plenitud psicológica hacia los 20 años, aunque se siguieran detectando cambios a lo largo de su vida adulta. Esta visiónestática puede responder a la experiencia: el adulto es ya responsable de sus actos, tiene ya más derechos y más deberes cívicos. Pero la misma experiencia indica al adulto que sigue cambiando a lo largo de los años. Ciertamente él sigue siendo la misma persona, pero los cambios que le sobrevienen desde que empieza a ser adulto hasta llegar a la vejez, son más importantes que todo lo que en él hapermanecido inalterable. Actualmente se abre paso una concepción más dinámica de la edad adulta, que tiene en cuenta lo complejo de dicha edad y las numerosas transiciones y metamorfosis que se viven durante las décadas que median entre el joven adulto y el anciano. La vida en su conjunto es contemplada en adelante como un proceso. Uno no es adulto, va siéndolo cada día un poco más. Por otra parte, eléxito no es automático; implica que el adulto mismo se comprometa y se haga cargo de su propia vida, asumiendo en cada período las tareas que la misma vida le presenta, sin dejar de acometer los continuos retos que salen a su encuentro. Este cambio de perspectiva se debe a los numerosos estudios que se han hecho recientemente sobre los adultos y su crecimiento.
Esta visión dinámica proyecta unanueva luz sobre el modo como el adulto cree y profundiza su fe. Tampoco en este aspecto el adulto llega al final del aprendizaje. Las investigaciones sobre el proceso de maduración humana demuestran que, en cada encrucijada de la vida, la persona se ve confrontada a desafíos particulares que también inciden en su modo de creer. La fe queda condicionada por la vida y la etapa de crecimiento en que seencuentra la persona. Esta toma de conciencia ha llevado a algunos investigadores a descubrir cómo vive la fe la persona adulta y a hablar –también en esta edad– de un proceso de maduración creyente.
II. La dinámica del crecimiento adulto
1. LA ELABORACIÓN DE MODELOS. Los datos señalados nos llevan a concebir el crecimiento humano y creyente durante la vida como un proceso que integra, a lavez, el cambio (variabilidad) y la estabilidad (consistencia). Describir este proceso equivale a perfilar una secuencia de acontecimientos, en parte programados o determinados por influencias, tanto hereditarias como ambientales, entre las que se encuentran las religiosas. Dichos acontecimientos secuenciados, pueden alcanzar un valor universal relativamente elevado, pero no son más que un marco...
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