psicologia
Cuestión de principios1
Jeffrey Archer
Sir Hamish Graham poseía muchas de las cualidades y la mayoría de los defectos resultantes de haber nacido en una familia escocesa de clase media. Era culto, trabajador y honrado, y al mismo tiempo orgulloso, poco flexible y de ideas limitadas. Nunca, en ninguna ocasión, había permitido que un licor fuerte tocara sus labios, ydesconfiaba de todos los hombres que no habían nacido al norte del Muro de Adriano y de muchos otros que sí lo habían hecho.
Después de pasar sus años de formación en la Fettes School, para la cual había conseguido una beca, y en la Universidad de Edimburgo, donde obtuvo una licenciatura en ingeniería con notas de segunda clase, fue escogido, entre otros doce, para ingresar en período de prácticas en lacompañía constructora internacional TarMac (nombre debido a su fundador, J. L. McAdam, quien descubrió que el alquitrán —en inglés, tar— mezclado con piedras era el mejor material para construir carreteras). El nuevo principiante, gracias a su diligente trabajo y a su táctica de intransigencia, llegó a convertirse en el jefe de proyectos más joven y más detestado. A la edad de treinta años Grahamfue nombrado sub-director de TarMac y empezó a darse cuenta de que no podía progresar mucho más mientras trabajara por cuenta ajena. Por ello comenzó a considerar la posibilidad de formar su propia compañía. Cuando, dos años más tarde, el presidente de TarMac, sir Alfred Hickman, ofreció a Graham el puesto que iba a dejar libre el director gerente a causa de su retiro, renunció inmediatamente alcargo. Al fin y al cabo, si Sir Alfred le consideraba capaz de dirigir la TarMac, también tendría suficiente competencia para poner en marcha su propia compañía.
Al día siguiente el joven Hamish Graham concertó una entrevista con el director local del Banco de Escocia, responsable de la cuenta de TarMac y persona con la que él había tratado durante los últimos diez años. Graham explicó aldirector sus planes para el futuro y seguidamente formuló una propuesta por escrito en la que pedía que el riesgo de su cuenta pudiera ser ampliado de sus cincuenta libras a las diez mil. Tres semanas después Graham supo que su solicitud había sido aceptada. Sin dejar su vivienda de Edimburgo, alquiló un despacho en el norte de la ciudad (o, para decirlo con más exactitud una habitación por diez chelinessemanales). Compró una máquina de escribir, tomó una secretaria y encargó cierta cantidad de papel con membrete, aunque sin excederse en estampaciones en relieve. Después de un mes de laboriosas entrevistas, contrató a dos ingenieros, ambos graduados en la Universidad de Aberdeen, y a cinco obreros en paro de Glasgow.
Durante sus primeras semanas de independencia, Graham presentó ofertas paravarios pequeños contratos de construcción de carreteras en las Tierras Bajas centrales de Escocia, de los cuales no pudo conseguir los siete primeros. Preparar una oferta de ese tipo requiere mucha atención y a menudo bastantes gastos, por lo que Graham, cuando llevaba seis meses de trabajo por su cuenta, empezó a preguntarse si su súbito abandono de la TarMac no había sido temerario. Por primeravez en su vida dudó de sí mismo, pero el Consejo del condado de Ayrshire le quitó pronto esas dudas al aceptar su propuesta para la construcción de una carretera secundaria que debía unir una escuela en proyecto con la carretera principal. La carretera del contrato sólo tenía quinientos metros de longitud, pero su realización costó siete meses de trabajo al pequeño equipo de Graham y, cuando sehubieron pagado todas las facturas y todos los gastos, Construcciones Graham tuvo una pérdida de ciento cuarenta y tres libras, diez chelines y seis peniques.
Sin embargo, un pequeño aumento de reputación que quedó invisiblemente registrado en la columna de beneficios fue la causa de que el Consejo de Ayrshire invitara a Graham a construir la escuela al final de la nueva carretera. Aquel contrato...
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