religio
1) Noción. Hablar de trascendencia e inmanencia de D. equivale a referirse al ser de Dios como esencialmente distinto y separado del hombre y del mundo, a la vez que íntimo al hombre y al mundo. Lo que a simple vista podría parecer una sutil paradoja que jugase con términos que implican en sí una total oposición, constituye, sin duda alguna, uno delos más acuciantes problemas con los que se ha tenido que enfrentar el hombre al intentar esclarecer qué es D. y qué son las criaturas, cuál sea la relación que existe entre la realidad creada y el ser Creador y cuál sea a la vez la distancia que media entre criatura y Creador.
-La solución y, al mismo tiempo, la dificultad de todas estas preguntas, estriba en el justo valor que se dé a cadauno de estos términos al predicarse de D. Si se acentúa la trascendencia divina de tal forma que se niega toda inmanencia, se habrá concebido un D. en sí grandioso, pero tan distante del mundo, que al hombre le va a resultar no sólo inaccesible, sino profundamente extraño e innecesario. La trascedencia radical, aun cuando se presente con visos de máximo respeto a la divinidad, implica en sí unaruptura tal entre el hombre y D. que a duras penas se podrá evitar que el hombre se refiera a sí mismo y al mundo de una manera a-tea. La radical trascendencia implica psicológicamente una llamada al ateísmo.
-Por otra parte, si se acentúa la inmanencia con pérdida de la trascendencia se sigue el riesgo de anular el ser inmutable de D. convirtiéndolo en un todo panteísta o en un mero producto delsubjetivismo. Anulado el ser real y trascendente de D. ha de seguirse, como deducción necesaria, la imposibilidad de una revelación objetiva otorgada por Dios al hombre y, por ende, una nueva forma de ateísmo (v. MODERNISMO TEOLÓGICO; DENMO; PANTENMO II).
-La relación trascendencia-inmanencia nos coloca, no frente a una mera disquisición teológica, sino ante el mismo problema de D. Por ello a lahora de enjuiciar toda esta cuestión importará distinguir tres aspectos: la trascendencia e inmanencia de D. como parte de la fe cristiana; las distintas exposiciones teológicas con las cuales se ha intentado dar razón de la trascendencia e inmanencia divinas; las actitudes falsas que han surgido a lo largo de la historia.
2) Exposición bíblica. En la S. E. se describe la naturaleza divina y susatributos (v. ni), no en atención a una posible definición sistemática del ser de D., sino con una intención religiosa en la cual D. se revela al hombre en un triple aspecto: como libre, creador y providente.
-La libertad en D. implica, por una parte, la independencia en su propia razón de ser con respecto a cualquier otro, y por otra parte, la afirmación en sí mismo de la razón de su propiaexistencia. Esta razón en D. de autodivinidad, tal y como la denominaban los Padres griegos y que los teólogos latinos llamaban aseidad, es lo que en la S. E. se significa con el título de Señor y cuya categoría religiosa equivale a la trascendencia filosófico- teológica. D. es libre porque existe por sí mismo.
-La consideración bíblica de D. como Señor es el punto de partida para establecer tantola distinción como la relación entre D. y su obra. Cuando en el A. T. se proclama la omnipotencia divina (Gen 17,1; 28,3; 35,11; 48,3;), se predica la cualidad propia del ser de D. Así, cuando en Ex 15,3 se afirma que el omnipotente es el nombre de D., se hace referencia al D. que en su propio poder rige los acontecimientos humanos. Desde la omnipotencia divina se expone en el A. T. la creación,como obra de D. (Gen 1,1; 2,4) y manifestación de su poder (Ps 134,6). D. se ha manifestado por la creación como Señor y como Señor de la creación aclama Jesucristo al Padre (Le 10,21) como continuará haciéndolo la Iglesia (Act 4,24; 17,24).
-Según la S. E. D., por ser Señor, es el principio de cuanto existe y, al mismo tiempo, se distingue con distinción real de todo aquello a lo que ha dado...
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