Retos del dolor reumatico
El reumatólogo no sólo debe tratar la enfermedad, sino atender al dolor
Recientes hallazgos explican las diferencias en los síntomas de cada paciente
Durante mucho tiempo, el dolor ha sido mal considerado como un efecto secundario de los procesos reumáticos. Sin embargo, su correcto manejo debe formar parte integral de la terapia de estas enfermedades. Larevista 'Arthritis & Rheumatism' publica en su último número una completa revisión sobre el dolor de origen reumático y el papel del reumatólogo en su tratamiento.
Prácticamente todos los pacientes que consultan con el reumatólogo tienen o han tenido dolor en algún momento. Este especialista debe por tanto ser capaz de controlarlo como un síntoma más de la enfermedad aunque algunos médicostiendan a ponerlo en segundo plano, tras el manejo específico de cada proceso reumático. Para Mary-Ann Fitzcharles, del Hospital General de Montreal (Canadá y firmante de este trabajo, "el manejo del dolor ha dejado de ser cuestión de recetar una simple pastilla para convertirse en una disciplina compleja que debe considerar al paciente como un complejo ente biopsicosocial".
El dolor ha pasado aconvertirse en una parte importante del cuidado de todo paciente y es actualmente considerado, junto con la temperatura o la tensión arterial, como un signo vital más. El dolor crónico puede afectar de forma negativa tanto el estado físico como psíquico del paciente y a su calidad de vida. Es un factor complejo influenciado no sólo por la enfermedad que lo produce sino también por aspectospsicológicos, experiencias dolorosas pasadas, el entorno y la genética de cada individuo.
Los últimos años han sido testigos de importantes avances en el conocimiento de los mecanismos que producen y regulan la sensación dolorosa. En concreto, se ha progresado en los mecanismos que producen el dolor reumático, en cómo se ve influenciado por el grado de inflamación articular y modulado por el estadopsicológico del paciente.
Un dolor en constante cambio
Según la doctora Fitzcharles y sus colaboradores, "los mecanismos dolorosos se encuentran en un estado constante de cambio…, algo que se conoce como la plasticidad del sistema nervioso". El hecho de que el dolor reumático sea generalmente crónico es lo que contribuye a esta plasticidad. "Esta compleja interacción entre neurotransmisoresque estimulan la sensación dolorosa desde las articulaciones y los impulsos que la inhiben desde el sistema nervioso central, dan como resultado la percepción final del dolor".
Como el dolor reumático viaja desde las articulaciones al cerebro por fibras nerviosas de conducción lenta, la percepción que tiene el paciente es más la de un dolor persistente y sordo que algo agudo y punzante. Tambiéndesde el sistema nervioso central se envían impulsos nerviosos que modulan la percepción dolorosa a través de una vía donde los neurotransmisores son opioides y cannabinoides producidos por el propio organismo.
Este sistema que utiliza moléculas similares a los derivados de la morfina es la que explica por qué algunas estrategias como la relajación, la meditación, la distracción o la hipnosispueden contribuir a mejorar el dolor. También por esta vía actuaría la respuesta a un placebo (una sustancia inactiva que es capaz de mejorar un síntoma).
También la inflamación articular que se produce en las enfermedades reumáticas parece contribuir a la percepción del dolor. Parece que la inflamación es capaz de activar fibras nerviosas que habitualmente se encuentran dormidas. De hecho,se ha calculado que casi un tercio de las vías nerviosas que transmiten el dolor lo hacen por este mecanismo inflamatorio.
Otro reciente descubrimiento han sido los mecanismos moleculares que subyacen a la influencia del estado psicológico sobre la percepción del dolor. Tanto el estrés como la depresión son capaces de aumentar la producción de sustancias pro-inflamatorias en el paciente...
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