Revoluciones Del Siglo Xviii
Las revoluciones del siglo XVIII (V): cambios políticos decisivos
Pedro Costa, Ingeniero Técnico de Telecomunicación, Profesor de la EUITT de Madrid
E
l siglo XVIII europeo, que va encaminándose poco a poco hacia la Revolución, ofrece un panorama de guerras continuas entre las primeras potencias continentales (Francia contra el Imperio Austriaco, Rusia y Austriacontra el Imperio Otomano, Francia y España contra Gran Bretaña, Prusia contra Austria…) que reflejan frecuentemente una serie de alianzas y coaliciones variables y mendaces, casi siempre ocasionadas en cuestiones dinásticas o territoriales1. Especialmente significativo resultó el Tratado de Versalles de 1763 que, dando fin a la Guerra de los Siete Años, confirmó la supremacía de Gran Bretaña comopotencia colonial (y, por lo tanto, económico-comercial) indiscutible, tras imponerse finalmente a Francia; se originaron, así, casi 30 años excepcionales de paz. Pese a su trascendencia, la independencia de los Estados Unidos de América (1783) apenas conmovió a la potencia británica, que también acabó triunfando tras las inacabables guerras napoleónicas.
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Es, sin embargo, 1789 la fecha decisiva: la Revolución francesa supondrá una convulsión política sin precedentes, y de sus consecuencias se derivará un cambio histórico para Francia en primer lugar, que dejará de estar marcada por un feudalismo secular, por el omnímodo poder de la Iglesia y por el derecho divino de los reyes… Los grandes cambios políticos que tienen lugar responden –enclave francesa en su inicio– al bullicioso siglo XVIII y sus revoluciones latentes.
BREVÍSIMA –Y EXCEPCIONAL– HISTORIA DE LA REVOLUCIÓN
Los acontecimientos se inician con los problemas de la hacienda pública francesa, agotada tras las incesantes guerras de todo un siglo, y con el desesperado intento del gobierno, en 1786, de extender uniformemente un nuevo impuesto, frente al que se alzaron losnobles, el clero y hasta la opinión pública. Y tras meses de tensiones, cambios de ministro y revelación dramática de la incapacidad del gobierno de Luis XVI (que es débil, aunque honesto, y que ha heredado un trono en quiebra en 1774), éste convoca para 1789 los Estados Generales, institución medieval en la que habrían de estar representados –tras un proceso electoral– la nobleza, el clero y el«Tercer Estado», entendiendo por tal, en esencia, la incipiente burguesía que se
Antoine Lavoiser.
estaba formando con comerciantes y banqueros, a los que se uniría un conglomerado de artesanos y profesionales liberales: abogados, procuradores, médicos y algunos intelectuales de variada extracción.
rán en mucho a todo lo imaginado por los presentes. El tercer estado toma la iniciativa, laasamblea se erige en Asamblea Nacional Constituyente y los nobles y el clero se ven abocados a hacer renuncia expresa de sus privilegios económicos y
«La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano superó en convicción al texto de la Declaración de Virginia de 1776»
En el verano de 1789, cuando va a iniciarse el gran impulso revolucionario «se superponen tres revoluciones», diráVovelle: la institucional o parlamentaria (los privilegiados, que no quieren pagar), la urbana o municipal (París, que dirigirá todo el proceso) y la campesina (ya que el campo pasa hambre en numerosas regiones). El 5 de mayo se abren las sesiones, y pronto los acontecimientos superasociales en la memorable noche del 4 de agosto: el feudalismo ha sido autoliquidado. Los cambios profundos, en granmedida acometidos ante la presión constante de las masas, pronto van dirigidos a una Europa perpleja y alarmada, y la famosa Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (26 de agosto) superará, en convicción y en vigor expreAntena de Telecomunicación / JUNIO 2009
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sivo, el texto de la Declaración de Virginia (1776), con la que la revolución norteamericana, mucho...
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