Separacion De Poderes
Separación de poderes y soberanía popular en James
Madison (*)
JOSÉ FERNÁNDEZ-ALBERTOS
Harvard University
I. INTRODUCCIÓN.—II. EL PRINCIPIO DE SEPARACIÓN DE PODERES.—III. LA TENSIÓN ENTRE
SEPARACIÓN DE PODERES Y SOBERANÍA POPULAR.—IV. LA RESOLUCIÓN DEL PROBLEMA: EL
PRINCIPIO DE SEPARACIÓN DE PROPÓSITOS.—V. UNA VISIÓN CRÍTICA DE LA SOLUCIÓN MADISONIANA: HACIA UNACONCEPCIÓN RADICAL DEL FEDERALISMO.—REFERENCIAS.
I.
INTRODUCCIÓN
El principio según el cual los poderes del Estado deben estar dispersos entre diferentes ramas con el fin de evitar el despotismo es uno de los pilares del
pensamiento político liberal. En el paradigma liberal, la mayor amenaza a la
libertad individual es el abuso que el estado puede hacer de su autoridad. Y la
separaciónde poderes es una obvia respuesta institucional ante tal amenaza.
Aunque la lógica por la cual la separación de poderes frena las tentaciones
despóticas de los gobiernos es sencilla a primera vista, la existencia de un gobierno dividido con la protección de los derechos y libertades individuales entra en conflicto con las (también republicanas) ideas de soberanía popular y,
especialmente,gobierno responsable (accountable) ante la ciudadanía. En este
trabajo se analiza el origen de esa tensión y la solución propuesta por los cons(*) Agradezco a Nancy Rosenblom y a Víctor Lapuente Giné sus comentarios a una versión previa de este artículo. El agradecimiento es doble a Víctor Lapuente Giné, porque muchas
de las ideas que aquí se exponen se gestaron en trabajos realizados conjuntamentecon él.
Revista de Estudios Políticos (nueva época)
ISSN: 0048-7694, Núm. 128, Madrid, abril-junio (2005), págs. 293-316
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DIVIDIR LO INDIVISIBLE
JOSÉ FERNÁNDEZ-ALBERTOS
titucionalistas americanos, en concreto Madison, probablemente el primero
que afrontó esta cuestión de forma sistemática y con el objetivo de llevarla a la
práctica. A la vista de las imperfecciones eincoherencias de dicha propuesta,
concluyo proponiendo una forma alternativa de casar separación de poderes y
soberanía popular, sin duda menos ambiciosa que la madisoniana, pero quizá
más coherente y robusta en términos teóricos.
Aunque la limitación del poder estatal es la característica definitoria del
pensamiento político liberal desde Locke, no todos los filósofos políticos liberales han discutidocómo ciertas características del entramado político-institucional que se piensan beneficiosas para el mantenimiento del orden
liberal (como el gobierno limitado o dividido), pueden ser sostenibles políticamente en presencia de las pasiones humanas —y en concreto de la pulsión
por el poder. Los constitucionalistas norteamericanos James Madison y Alexander Hamilton, en su colección de ensayos ElFederalista, aunque basándose en interpretaciones convencionales sobre el funcionamiento de determinados regímenes políticos, y en especial en el análisis del sistema británico de Montesquieu, son quizás los primeros en desarrollar analíticamente
cómo la separación de poderes puede ser puesta en práctica y ser sostenida a
pesar de los avatares del proceso político.
Un análisis detallado de ladiscusión en Madison del principio de separación de poderes revela una permanente tensión entre la aceptación y defensa
de este principio y el problema que supone para las ideas republicanas de gobierno responsable y soberanía popular. Básicamente, el problema consiste
en que si existe una única fuente de autoridad (el pueblo), ¿de dónde proceden los diferentes poderes que han de competir entre sípara de esa forma
prevenir el surgimiento de formas de gobierno tiránicas? Como intentaré
mostrar más adelante, la ingeniosa solución de Madison a este problema se
fundamenta en el rechazo de existencia de una única mayoría en la ciudadanía, y en el reconocimiento de que en el pueblo pueden coexistir tantas mayorías (es decir, tantas «voluntades populares»), como dimensiones o ejes de...
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