Socialismo Del Siglo Xxi
Atilio A. Boron
Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales / PLED
Centro Cultural de la Cooperación, Buenos Aires, Argentina
http://www.centrocultural.coop/pled
El propósito de esta ponencia es aportar algunos elementos para la discusión sobre el socialismo del siglo veintiuno, concientes de que lasformas específicas que asumirá su construcción serán muy variadas y resultantes de la lucha de los pueblos más que de cuidadosas disquisiciones conceptuales o de directivas emitidas por un comando central. De partida es pertinente recordar dos enseñanzas que se desprenden de los escritos de Marx: la primera, extraída de la experiencia de la Comuna de París, cuando decía que la Comuna había sido “laforma política por fin descubierta para llevar a cabo dentro de ella la emancipación económica de la clase trabajadora”.1
Descubierta, claro está, en su concreción práctica pues ya había sido precozmente conjeturada en el plano de la teoría por Marx y Engels en La Ideología Alemana, un texto que ambos habían escrito más de un cuarto de siglo antes. Pero una cosa era pronosticar desde la teoríala necesidad histórica de la dictadura del proletariado, como el astrónomo que postula la existencia de un planeta aún no detectado al observar los movimientos de los demás, y otra muy distinta era ver esa idea encarnada en los sujetos políticos que protagonizaron la insurrección de París el 18 de Marzo de 1871. Lo mismo ocurre con el socialismo del siglo veintiuno como concepto que redefine alproyecto socialista en correspondencia con las transformaciones operadas a lo largo del siglo veinte y la dispar suerte corrida por sus distintas experiencias revolucionarias. Una cosa es imaginarlo o concebirlo en la pureza de su abstracción teórica y otra muy diferente observar la forma que asume en su concreción histórica. Y no se puede, ni debe, confundir una cosa con la otra.
La segundaenseñanza aludida más arriba apunta a la relación entre teoría y praxis, sagazmente descripta por el joven Marx en su crítica a Hegel cuando escribió que “así como la filosofía encuentra en el proletariado sus armas materiales, el proletariado encuentra en la filosofía sus armas espirituales, y tan pronto como el rayo del pensamiento muerda a fondo en este candoroso suelo popular, se llevará a cabo laemancipación de los alemanes en cuanto hombres.” 2 El “rayo del pensamiento” sólo puede ser, obviamente, el pensamiento crítico, impugnador del orden social existente.
Pero su productividad histórica sólo se realiza cuando esas ideas logran arraigarse en el imaginario de hombres y mujeres que luchan por la construcción de una nueva sociedad. Si ese pensamiento permanece ensimismadonarcicísticamente y no se encarna como “guía para la acción” de un sujeto político su destino será convertirse en una sala más del museo donde se amontonan las ideas que nunca se convirtieron en fuerza social y que jamás hicieron la menor aportación para cambiar el mundo. Lenin captó en toda su profundidad una de las facetas de la relación entre teoría y praxis, felizmente sintetizada en la fórmula queutilizara en el ¿Qué Hacer? : “sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria” y cuya vigencia sólo se ha acentuado con el paso del tiempo. La otra faceta, en cambio, no fue objeto de su reflexión, si bien sus planteamientos permiten conjeturar lo que Lenin habría dicho acerca de una teoría revolucionaria que incapaz de encontrar un sujeto que se apropiase de ella. En ese caso, fácil esinferirlo, dicha teorización devendría en “letra muerta”, correría el destino del latín y terminaría recluida en herméticos cenáculos de sectas privadas de toda potencialidad transformadora. La propuesta de un socialismo del siglo veintiuno privado de la capacidad para hundirse en “el candoroso suelo popular” del que hablaba el joven Marx podría llegar a correr ese riesgo, y convertirse en un juego...
Regístrate para leer el documento completo.