Tarea
El 23 de enero de 1995, O. J. Simpson fue juzgado por dos cargos de asesinato. Se declaró inocente de ambos y reunió a su propio Dream Team, un equipo de abogados implacables y que cobraban altísimos honorarios, entre ellos los legendarios defensores de pleitos civiles Alan Dershowitz, F. Lee Bailey, Robert Kardashian, Johnnie Cochran y Robert Shapiro, además de los abogadosespecialistas en pruebas de ADN Barry Scheck y Peter Neufeld. Su primera tarea fue obstruir la selección del jurado y asegurarse de que sus miembros les fueran favorables. Los abogados, con Cochran a la cabeza, determinaron desde el principio que la etnia y la raza constituirían factores cruciales a la hora de garantizar un veredicto de inocencia para Simpson. Finalmente, consiguieron ese juradofavorable a su causa, que estaba compuesto por ocho mujeres de raza negra, dos de raza blanca, un hombre de raza negra y un hispano. La defensa pensaba que las mujeres negras podrían mostrar más empatía por Simpson.
En el otro extremo de la sala, a la cabeza de la acusación pública, se encontraban la fiscal de distrito, Marcia Clark, y Christopher Darden, ayudante del fiscal. Clark tenía fama deser una litigante dura y decidida, como consecuencia tanto de su traumático pasado (en su adolescencia sufrió una violación durante un viaje a Europa, y en su edad adulta sobrevivió a dos matrimonios en los que dominaban los abusos) como del periodo que pasó en la Unidad de Juicios Especiales. Presidía la sala el juez Lance Ito, ciudadano estadounidense de origen japonés cuyos padres estuvieronrecluidos durante la Segunda Guerra Mundial. Su nombramiento se percibió como una inteligente maniobra política, debido a su raza.
La teoría que presentaba la acusación era simple: Simpson mantuvo una relación abusiva con Brown mientras estuvieron casados; él sentía celos de la relación de su ex mujer con Goldman; además, no tenía coartada para el periodo de tiempo en que se habían producido losasesinatos. En el apartamento de Brown, el acusado dejó huellas de pisadas, una gorra con cabellos adheridos y, al menos, ocho gotas de su sangre. En el domicilio de Simpson se encontró un guante que coincidía con el hallado cerca de los cuerpos, y que además tenía restos de la sangre de Goldman. En su dormitorio, había un par de calcetines salpicados con la sangre de Nicole. En su Ford Bronco, seencontraron restos de sangre pertenecientes a Nicole y Goldman.
La versión de la defensa también era sencilla: Simpson era completamente inocente; la investigación que lo relacionaba con los crímenes era una farsa elaborada por los malintencionados policías y unos incompetentes técnicos de laboratorio. Simpson no era más que otra víctima negra del sistema judicial blanco, acusado solo por el colorde su piel. La paliza a Rodney King en 1991, el juicio y absolución de los policías blancos, y los posteriores disturbios aún estaban frescos en la memoria común.
Por tanto, la segunda acción de la defensa fue cuestionar las motivaciones y convicciones personales de los policías implicados, en concreto, las del detective Mark Fuhrman, aduciendo que tenían puntos de vista y patrones decomportamiento racistas. Cochran incluso comparó a Fuhrman con Adolf Hitler. Además, alegaron que había colocado el guante en la propiedad de Simpson. Acto seguido, cuestionaron la legitimidad de la orden de búsqueda original. El juez Ito, aunque criticó la forma en que se había conseguido y emitido dicha orden, la ratificó y admitió las pruebas cuestionadas.
En tercer lugar, la defensa intentó tender unaemboscada a la acusación llamando a testigos sorpresa. Según la legislación vigente en California, tanto la acusación como la defensa deben revelar a la parte contraria toda información relativa a los testigos que vayan a comparecer. La defensa hizo caso omiso a esta ley, y el juez Ito, oídos sordos a las peticiones de la acusación, que tuvo que hacer frente a 26 testigos inesperados.
En cuarto...
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