Tareas
1809-1812:
luces y sombras
en su Bicentenario1
Pilar Ponce Leiva*
L
as conmemoraciones, en términos generales, pueden ofrecer un doble interés. Por un
lado dar a conocer acontecimientos
del pasado a quienes los ignoran, o a
quienes los guardan en su memoria de
forma un tanto confusa, difundiendo
además las nuevas aportaciones de la
investigación histórica.Por otro lado,
pueden —o deben— constituir un momento propicio para reflexionar sobre
nuestro tiempo presente, y ponerlo en
relación con el pasado, evitando en la
medida de lo posible innecesarios tópicos y anacronismos.
Para cubrir ese doble objetivo, a
continuación me propongo presentarles una síntesis apretada, pero espero
que comprensible, de lo ocurrido en
Quito entre 1808 y 1812.Tras presentar «qué» ocurrió, pasaré a explicar
«por qué» ocurrió, para poder así llegar
al «para qué. Dicho en términos más
académicos, repasaremos la secuencia
de los hechos, sus causas y consecuencias, a la luz de las últimas investigaciones. A partir de ahí, quizás podamos
plantear algunas consideraciones que
permitan una mejor construcción y
comprensión de nuestro presente.
1. Loshechos
Presentada muy sucintamente, la cadena de acontecimientos que desembocaron en el 10 de agosto de 1809 fue
la siguiente:
*Pilar Ponce Leiva es Doctora en Geografía e Historia. Tiene varias publicaciones y actualmente es Profesora
en la Universidad Complutense de Madrid.
1 Acto organizado por la Embajada de Ecuador en España en el Museo de América de Madrid el 10 de agosto
de 2009Afese 52
231
En octubre de 1807, Manuel Godoy, en representación del rey Carlos
IV, negoció con Napoleón el Tratado
de Fontainebleau, por el que se autorizaba el paso de tropas por España con
destino a Portugal, tradicional aliado de
Inglaterra. Se produjo así la ocupación
de facto de España por tropas francesas, que se prolongó hasta 1813.
La invasión de 1808 desencadenó
una secuenciade acontecimientos
que tuvieron una amplia y a la larga
profunda repercusión tanto en la Península como en la América Hispana.
El motín de Aranjuez en marzo de
1808 ante el rumor de que la Casa
Real abandonaba España, las abdicaciones de Bayona con la renuncia forzada de Fernando VII, las reacciones
populares en Madrid el 2 de mayo de
1808, los términos de la Constitución de Bayona y,finalmente la designación de José Bonaparte como rey,
desembocaron en la formación de
Juntas Provinciales que asumieron la
soberanía en nombre Fernando VII,
considerado el rey legítimo2.
La legitimidad de tales Juntas se fundamentó en dos principios básicos de
la teoría política hispana, como son:
1. Principio del gobierno mixto:
basado en la cultura política de la Grecia antigua y de Roma,era un régimen
en el cual el gobernante, los nobles y
el pueblo compartían la soberanía.
El reconocimiento de esta soberanía
compartida implicaba la existencia, y
la aceptación, de límites al poder arbitrario o tiránico del gobernante, de los
nobles o del pueblo.
2. Principio de la existencia de un
«pacto» (pactum translationis) entre
el pueblo y el rey, según el cual, en ausencia delmonarca, la soberanía recaería de nuevo en el pueblo3.
La aplicación de tales principios se
llevó a cabo sin dificultad en los territorios peninsulares, pero los reinos
americanos afrontaron la oposición
tanto de los funcionarios reales, como
de los españoles peninsulares allí radicados. Las autoridades reales en América se encontraban en una posición
delicada. Muchas habían sido nombradaspor el ministro Manuel Godoy,
quien ahora estaba desacreditado y al
que la mayoría de los americanos consideraba sospechoso de traición. Otras
2 Fontana, Joseph, La quiebra de la monarquía absoluta, Barcelona, 1974; Artola, Miguel, La España de
Fernando VII, Madrid, 1999; Martínez Riaza, Ascensión, «Los hispanoamericanos ante la península. El camino a
la independencia, 1808-1814», en España...
Regístrate para leer el documento completo.