Teatro En Atril

SECRETOS DE NUESTRA HISTORIA

Presenta

TEATRO DE ATRIL

LA GUERRA DE INDEPENDENCIA

JUAN ENTRA A ESCENA.

JUAN: La guerra por la independencia de México Fue una lucha cruenta, terrible y sangrienta que se prolongó por once largos años. Afortunada o desafortunadamente yo participé en ella desde su inicio... aquella madrugada del 16 de septiembre bajo lasórdenes de don Ignacio Allende, capitán de los Dragones de la Reina. Y tuve la bendición de participar en la gloriosa entrada a la ciudad de México como sargento del ejército Trigarante.

ROSAURA: La misma experiencia tuve yo, mi estimado Juan. Te conocí en una de las famosas tertulias que organizaban los esposos Domínguez en Querétaro. Mi difunto esposo y yo acudíamos ávidos de ideas libertarias ypara enterarnos de los planes de rebelión. Yo también tuve la fortuna de ser testigo de la triunfante entrada del ejército Trigarante encabezado por don Agustín de Iturbide.

JUAN: Y al desfilar, entre vítores y llantos de felicidad, que finalmente hubiéramos alcanzado la independencia no pude evitar el recordar que esta devastadora guerra la inició un sacerdote, un hombre, supuestamente,dedicado a la paz...

FUERA DE ESCENA.

HIDALGO: (ENÉRGICO)
Y lo volvería a hacer...

HIDALGO ENTRA.

HIDALGO: ¡La independencia debía sostenerse con ríos de sangre si fuese preciso! ¡Hasta el exterminio!
(CAMBIANDO DE ACTITUD)
Doña Rosaura Gómez, ¡qué agradable saludarla!

ROASURA: Gracias padre, me da una gran felicidad verlo de nuevo.

HIDALGO: Juan, ¡qué gusto verte otra vez! Laúltima vez fue en...

JUAN: ...Acatita de Baján, donde usted fue capturado y a mí me dieron por muerto.

HIDALGO: Ahí terminó nuestra aventura...

JUAN: ¿Aventura?! ¿La lucha por la independencia de México fue para usted una aventura?

HIDALGO: (SONRIENDO)
Por supuesto que no Juan. Sólo es una manera de expresarme. Ya quita esa cara, no vamos a indignarnos a estas alturas. Sabes quedesde el día que te conocí te tuve una gran estima; responsable, callado y valiente. Estabas bajo las órdenes del capitán Allende...

JUAN: Mi capitán Allende... Siempre lo admiré. Lo conocí en 1808, en Jalapa, donde realizábamos maniobras militares. Y más empecé a admirarlo cuando una noche entré en su tienda de campaña. Sobre su litera tenía colgado un letrero que decía: "¡Independencia,cobardes criollos!" Tendrá que dispensarme padre pero para mí es fue el primer grito de Independencia

HIDALGO: Un grito mudo Juan, pero aún así llegó a ser escuchado y de alguna manera también fue antecedente del que felizmente exclamamos dos años después, el 16 de septiembre de 1810.

JUAN: Un día inmortal para todos los mexicanos...

ROSAURA: Padre; a pesar que lo conocí en las tertulias deQuerétaro hay algo que nunca me quedó claro, ¿por qué se lanzó al frente de la guerra cuando se supone que los sacerdotes son hombres de paz?

HIDALGO: Porque me irritaba sobre manera que a lo largo de tres siglos de dominación colonial los españoles continuaran adjudicándose los más importantes cargos de gobierno y todo tipo de prebendas. Las oportunidades para los nacidos en estas tierras erannulas y las condiciones de vida miserables. La avaricia y la injusticia de aquellos nos obligaron a tomar las armas.

JUAN: Éramos muchos los que estábamos descontentos.

HIDALGO: Y gracias a ellos pudimos encender la mecha de la libertad entre ellos don Miguel Domínguez, el Corregidor de Querétaro, y su gentil esposa doña Josefa Ortiz, una mujer de gran valentía y coraje a quien admirédesde que la conocí. Quisiera invitarla, si me permiten...

JUAN: Por supuesto, padre.

ROSAURA: A mí también me gustaría saludarla de nuevo.

HIDALGO: (GRITANDO)
¡Doña Josefa!

DOÑA JOSEFA ENTRA. HIDALGO LA RECIBE BESANDO SU MANO.

HIDALGO: Doña Josefa, siempre es un motivo de felicidad verla.

JOSEFA: Gracias Padre, sabe que la alegría es mutua.
(VE A ROSAURA EMOCIONADA)...