Teologia Moral
La bondad de Dios y la malicia del hombre.
La historia de la humanidad es la crónica del amor de Dios al hombre. Desde la creación a la redención, el amor divino no sólo acompaña la biografía humana, sino que ha sido precisamente el amor lo que motivó los grandes acontecimientos de las relaciones de Dios con el hombre.
La Biblia y la tradición teológica confirmande continuo que el motivo de la creación es que Dios quiere manifestar externamente su amor.
La Encarnación del Verbo es la muestra más palpable de ese amor a la entera humanidad. El estado de postración en que se encontraba motiva el que su Creador salga de nuevo fiador de su vida.
Jesús lo manifiesta expresamente: «Tanto amó Dios al mundo que le entregó su unigénito Hijo» (Jn 3, 16). Y sobretodo es en la Redención donde culmina y se hace patente el amor de Dios al hombre: «Nadie tiene amor mayor que este de dar uno la vida por sus amigos» (Jn 15, 13).
Si el amor es el motor de la historia de la humanidad en relación al primer protagonista que es Dios, el papel del hombre en este relato es el «reverso de la trama»; es decir, el comportamiento del hombre y de la mujer en estagrandiosa historia es la desobediencia a Dios.
Más aún, la historia del mal en el mundo, que se inicia con la rebelión del ángel, se prolonga y culmina con el pecado del hombre.
Cabe, concluir que las dos realidades que constituyen el argumento de la Biblia son «gracia» y «pecado». O sea, gracia y misericordia por parte de Dios y pecado como aportación del hombre constituyen la trama sobre la quese lleva a cabo esa grandiosa relación de Dios con la humanidad, que se denomina «Historia de la salvación».
El pecado en la Biblia
La realidad del pecado es un dato que atraviesa los numerosos capítulos de la Biblia. Después de la primera página, tan luminosa, de la creación y del amor humano entre el primer hombre y la primera mujer, de inmediato, el pecado entra en escena.
El pecadode los primeros padres (Gen 3, 1-20) es seguido de la narración del fratricidio de Caín (Gen 4, 8), del homicidio de Lamec (Gen 4, 23) y de los muchos «pecados de los hombres» que motivan el «diluvio» universal (Gen 4, 13).
Pero, después de esa especie de «nueva creación» que protagoniza Noé, la humanidad continúa en su tarea de hacer el mal, lo que provoca la confusión de la Torre de Babel(Gen 11, 7-9), hasta confirmarse la sentencia bíblica de que «Dios se arrepintió de haber creado al mundo» (Gen 6, 6).
Desde entonces, cuando ya se pierde la cronología de la humanidad y se inicia de nuevo la historia con la biografía de Abraham, los anales del pueblo de Israel coinciden con la narración de los pecados de infidelidad al Dios de la alianza. De ello ha dejado constancia eltestimonio unánime de los profetas.
A partir de esta fecha, el relato bíblico repite sistemáticamente la historia de los pecados del pueblo escogido, que los libros de la Biblia narran con detalles conmovedores, Dios se muestra dolorido por la infidelidad de Israel como el esposo fiel lamenta las infidelidades de la esposa (Jer3, 20; Ez 16; Os 2, 4-20).
El profetismo se concreta en la misión de estostestigos enviados por Dios para corregir al pueblo por sus pecados y advertirle que Dios está dispuesto a castigarlos.
Al final de esta historia, Dios se mueve a compasión y decide salvar al hombre, mediante la encarnación del Verbo: el mismo nombre de Jesús significa precisamente salvador, porque «salvará al mundo de sus pecados» (Mt 1,21).
La predicación de Jesús tiene en toda ocasión, comotema de fondo y en ocasiones de modo expreso, el tema del pecado: Él viene a buscar a los pecadores. Por eso come y bebe con ellos (Le 15, 2).
Las parábolas que Lucas transmite en el capítulo XV de su Evangelio, la oveja perdida, la moneda encontrada y el hijo pródigo concluyen con esta máxima que resume el objetivo de su misión: «Hay más alegría por un pecador que se convierta que por...
Regístrate para leer el documento completo.