Tlatelolco
La matanza de Tlatelolco: Nuevos documentos del gobierno estadounidense
Una Embajada Confundida
Como muchos mexicanos, los funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en México no estaban preparados para la intensidad de las protestas de los estudiantes y la violencia desatada por el régimen de Díaz Ordaz, en respuesta a las mismas. Con frecuencia, los reportes quesalían de la Embajada durante la crisis eran muy confusos, probablemente porque los funcionarios de la embajada estaban más cerca de la clase política mexicana que los funcionarios de otras agencias estadunidenses y tenían tendencia a creerse su propaganda. Por una parte, la Embajada tenía fe en la hegemonía del régimen; y por otra, los funcionarios estadunidenses daban por descontado laposibilidad de que los estudiantes pudieran representar un desafío serio para el gobierno. Incentivada por una petición de Washington, después de los disturbios de Mayo, en París, la Embajada escribió varias valoraciones sobre el gremio de estudiantes mexicanos, las cuales fallaron al no prevenir la tormenta que se avecinaba. El 14 de junio, menos de seis días antes del primer choque entre los estudiantes ylas fuerzas de seguridad, la Embajada predijo, de manera confidencial, que en México no podía pasar nada comparable a lo acontecido en París: El gobierno y el partido oficial (PRI), mantienen por todo el país un contacto persuasivo con el pueblo, lo cual sirve no sólo para darle al partido y al gobierno una continua valoración del sentimiento popular, sino también para “venderle” al pueblo lasdecisiones y políticas gubernamentales. (…) El gobierno cuenta con diversos medios para medir e influenciar la opinión de los estudiantes, y ha mostrado capacidad y voluntad para tomar medidas enérgicas de forma decidida, hasta la fecha con efectos saludables, cuando el malestar excede lo que se consideran límites aceptables. Además, las manifestaciones estudiantiles, aunque generan mucho interés enlos medios, carecen de fuerza para llevar a una crisis nacional… Estados Unidos sabía, mucho antes de que la violencia comenzara, que el gobierno mexicano temía que hubiera
intentos de interrumpir los Juegos Olímpicos, el comienzo de los cuales estaba programado para el 12 de octubre, en Ciudad México. En abril, y de nuevo en mayo, el Pentágono recibió de los militares mexicanos peticionesurgentes para que enviaran radios militares, y el abasto suficiente para cargar millares de morteros y rifles, junto con altos explosivos,” las cuales enviaron. (Más tarde, a mediados de agosto, la Agencia de Defensa de Inteligencia pasaría a Washington un pedido de material de entrenamiento para el control de disturbios, que hizo el Ejército mexicano). Una vez comenzados los disturbios, la Embajadaadoptó rápidamente la línea del régimen, de que las protestas de los estudiantes estaban inspiradas por los comunistas de línea dura. Citando evidencia de que el Partido Comunista, con la complicidad de la Embajada Soviética, había maquinado el conflicto del 26 de julio, los funcionarios estadunidenses escribieron en un cable secreto a la Casa Blanca que “La Embajada considera que existen grandesposibilidades de que Moscú haya ordenado al PCM (Partido Comunista de México) que adopte tácticas más combativas.” Esta posición la cambiaron a los pocos días, cuando análisis más realistas remplazaron las ficciones dadas por el gobierno de Díaz Ordaz para el consumo público sobre la influencia extranjera en el movimiento. La confusión de Estados Unidos también aumentó porque el propio régimenestaba dividido sobre las tácticas que debía utilizar con los estudiantes. A pesar de que en los primeros disturbios, a fines de Julio, se usó la violencia policial y la fuerza militar, casi todo el mes de agosto pasó sin que se produjera intervención coercitiva por parte del gobierno, a pesar de las muchas manipulaciones que había entre bastidores. Fundamental en la toma de decisiones del régimen...
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