Trabajo De Cuentos
Alumno: Daniel Haro Peña
Grado: 3° GRUPO: “A”
Materia: Español
Proyecto:
Maestro: Emir Ramírez Perera
Ciclo Escolar
2012 – 2013
DEDICATORIA
Este trabajo, con el que hice con todo mi esfuerzo y dedicación, se lo dedico a mi bisabuela, ya que aunque no tuve el tiempo suficiente para conocerla, se que pudimos habernos entendido y le hubiesetenido más aprecio hacia ella. Donde quiera que se encuentre mi querido familiar, se que apreciara mi gran entusiasmo al hacer dicho proyecto.
PROLOGO
Ese sentimiento que provoca seguir leyendo una historia, es el concepto básico que cada uno de los cuentos presentados en este libro. Esperemos que sea del agrado de cada uno de los lectores y que sigan interesados en los grandes proyectos delautor “Daniel Haro Peña” que mediante sus pensamientos, nos muestra una gran aventura en cada uno de los distintos cuentos nos narra.
El autor “Daniel Haro Peña” nacido actualmente en la Ciudad de México el 15 de enero de 1998, está actualmente viviendo en la Ciudad del Carmen, Campeche. Es estudiante de la escuela secundaría técnica 26. A pesar de ser un joven de 14 años, nos ha brindado con susgrandes trabajos.
A continuación, el autor les presentará 20 de sus grandes cuentos que elaboró con todo su esfuerzo, para que presencien una gran experiencia al leerlos. Cada uno de los cuentos expresan distintos pensamientos, ideas y sentimientos que se observan detalladamente el comprenderlos.
Sin más preámbulos, les damos a conocer el desarrollo de este gran proyecto, esperando que sean de suagrado.
El hombre que aprendió a ladrar
Mario Benedetti
Lo cierto es que fueron años de arduo y pragmático aprendizaje, con lapsos de des-alineamiento en los que estuvo a punto de desistir. Pero al fin triunfó la perseverancia y Raimundo aprendió a ladrar. No a imitar ladridos, como suelen hacer algunos chistosos o que se creen tales, sino verdaderamente a ladrar. ¿Qué lo había impulsado aese adiestramiento? Ante sus amigos se auto flagelaba con humor: "La verdad es que ladro por no llorar". Sin embargo, la razón más valedera era su amor casi franciscano hacia sus hermanos perros. Amor es comunicación.
¿Cómo amar entonces sin comunicarse?
Para Raimundo representó un día de gloria cuando su ladrido fue por fin comprendido por Leo, su hermano perro, y (algo más extraordinarioaún) él comprendió el ladrido de Leo. A partir de ese día Raimundo y Leo se tendían, por lo general en los atardeceres, bajo la glorieta y dialogaban sobre temas generales. A pesar de su amor por los hermanos perros, Raimundo nunca había imaginado que Leo tuviera una tan sagaz visión del mundo.
Por fin, una tarde se animó a preguntarle, en varios sobrios ladridos: "Dime, Leo, con toda franqueza:¿qué opinas de mi forma de ladrar?". La respuesta de Leo fue bastante escueta y sincera: "Yo diría que lo haces bastante bien, pero tendrás que mejorar. Cuando ladras, todavía se te nota el acento humano”.
Esa Boca
Mario Benedetti
Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos meses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de los mayores comouna muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, entonces dos meses representan un largo, insondable proceso. Sus hermanos mayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas desgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. También los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes aspavientos al recordar este golpe o aquellapirueta. Sólo que Carlos no sabía que eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre entendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el riesgo inútil que corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo parecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día se le iba siendo más difícil soportar su curiosidad....
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