Trabajo
En 1874, Henry Morton Stanley emprendió uno de los más ambiciosos y largos viajes por tierra a través de África, completando los descubrimientos que habían hecho sus predecesores.Navegó por el lago Tanganica, consiguiendo demostrar que no estaba unido al Nilo, y descendió por el río Congo hasta el mar en un viaje durísimo que duró 999 días y que costó la vida a 242 de los hombresde Stanley. Más tarde, entró al servicio del rey Leopoldo II de Bélgica y se convirtió en uno de los principales artífices del reparto de África, sentando las bases de la sistemática colonización deÁfrica por las potencias europeas.
En 1818, el Almirantazgo británico decidió reanudar la búsqueda del tan deseado paso del Noroeste a través del archipiélago canadiense, que desde el siglo XVIbuscaban los navegantes ingleses. En 1845 la Armada Real organizó la que sería la más ambiciosa de sus expediciones, con dos embarcaciones para navegar por aguas polares, la Erebus y la Terror, que acababande regresar de una expedición antártica comandada por James Clark Ross. Los barcos, en esta ocasión al mando de John Franklin, fueron a la búsqueda del anhelado paso. Pasaron años sin que se tuvierannoticias de la expedición, aunque se organizaron hasta cuarenta expediciones de búsqueda que, finalmente, confirmaron la muerte de Franklin y de sus 137 acompañantes y contribuyeron decisivamente aencontrar el paso del Noroeste y a completar muchos de los espacios en blanco de los mapas de las islas y canales helados de la región.
En el otro extremo del mundo, los exploradores australianos...
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