Tres Generos Narrativos
Mario Benedetti
La mayor parte de los editores, que no tienen por qué ser demasiado escrupulosos en cuanto a distinciones genéricas, han ido estableciendo entre lectores y críticos la costumbre de ordenar las obras narrativas de un modo casi mecánico, teniendo en cuenta para ello sólo la extensión, el número de páginas. Si una revista literaria publica unrelato no mayor de veinte páginas de formato común (unas seis mil palabras), se trata —claro— de un cuento. Para designar una obra narrativa de cincuenta a ciento veinte páginas, no tenemos en español una denominación propia (como no sea la inexacta “novela breve” o la errónea y desagradable “novelita”), pero en la jerga literaria la voz francesa nouvelle o la inglesa short-story, cumplen generalmenteese cometido. Por otra parte, toda ficción en prosa que sobrepase las ciento cincuenta páginas (unas cuarenta y cinco mil palabras) pertenece de hecho al territorio de la novela.1
MMEn esta nota no se intenta negar tales distinciones. Es evidente que una novela no cabe normalmente en diez páginas, que un cuento no puede ni debe extenderse —salvo alguna monstruosa excepción— a las quinientas. Sólose pretende sugerir que pueden existir otros caracteres que, independientemente del número de palabras, permitan individualizar cada género, reconocerlo como tal.
MMUn cuento no debe ser una novela corta (ni siquiera “una novela depurada de ripios”, como quería Quiroga), ni una novela, un cuento estirado. Hace más de medio siglo escribía Unamuno en un periódico montevideano: “Son pues, no pocoscuentos, novelas abortadas, con lo que a menudo ganan. Pero otras veces pierden. Y así un cuento que no sea más que un núcleo de novelas, como cuento es imperfecto, como es imperfecta la novela que no sea más que estiramiento de un cuento. No es cuestión de cantidad y extensión tan sólo su diferencia: son dos géneros distintos”.2 Bien, ¿pero en qué consiste esa distinción? Quiroga, que, comoMaupassant, hizo malas novelas y cuentos notables, anotaba: “El cuentista tiene la capacidad de sugerir más de lo que dice. El novelista para un efecto igual, requiere mucho más espacio. Si no es del todo exacta la definición de síntesis para la obra del cuentista, y de análisis para el del novelista, nada mejor puede hallarse”.3 E. M. Forster, autor eficaz de cuentos, novelas y short-stories cita conentusiasmo4 la exacta y perogrullesca definición de Abel Chevalley5 acerca de la novela: “une fiction en prose d’une certaine etendue”, pero agrega que esa extensión no debe ser menor de cincuenta mil palabras.
MMEn el estado actual de los géneros narrativos, cualquier definición de tipo retórico se halla destinada al fracaso. Un relato como Le Sagouin, de François Mauriac, cuyas dimensiones noalcanzan a la mitad de la longitud base reclamada por Forster, es, sin embargo, una novela. Las ochocientas páginas de Ulysses corresponden, en cambio, antes que a una novela, a un cuento de monstruosas proporciones. Drieu, por su parte, ha sostenido que “l’étendue de la nouvelle coincide avec la durée normale d’une confession”.6 Al margen de otras objeciones (y sin recurrir a la “confesión” enquince volúmenes de Marcel Proust), es evidente que Voyage aut Bout de la Nuit, de Céline, o The End of the Affair, de Greene, son confesiones, pero de ningún modo nouvelles sino novelas.
MMEn el presente, los géneros se interpenetran, no existen ya fronteras; por otra parte, el desarrollo actual de la nouvelle ha servido para confundir aún más los rasgos diferenciales. Verdaderamente, si queremossacar algo en limpio de esta maraña, no podremos ocuparnos de casos fronterizos sino de aquellos poco menos que inconfundibles y que, al destacar las diferencias, resultan por eso mismo ejemplares. De todos modos, y cualesquiera sean las distinciones a que arribemos, estamos seguros de que todo lector regularmente enterado y memorioso podrá fácilmente trastornarlas con el más peregrino, con el...
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