Un mal principio
UNA SERIE DE CATASTRÓFICAS DESDICHAS - LEMONY
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Un mal principio
Para Beatrice,
querida, encantadora, muerta.
CAPÍTULO UNO
Si estáis interesados en historias con un final feliz, será mejor que leáis otro libro.
En este, no solo no hay final feliz, sino que tampoco hay un principio feliz y muy pocos
sucesos felices en medio. Es así porque no sucedieron demasiadas cosas felices en lasvidas de los tres jovencitos Baudelaire. Violet, Klaus y Sunny Baudelaire eran niños
inteligentes, y eran encantadores e ingeniosos, y tenían unas facciones agradables, pero
eran extremadamente desafortunados, y la mayoría de las cosas que les ocurrieron
estaban llenas de infortunio, miseria y desesperación. Siento tener que decíroslo, pero
así transcurre la historia.
Su infortunio empezó un día enla Playa Salada. Los tres niños Baudelaire vivían
con sus padres en una enorme mansión en el corazón de una ciudad sucia y muy
ajetreada y, de vez en cuando, sus padres les daban permiso para tomar solos un
desvencijado tranvía –la palabra «desvencijado», seguramente lo sabréis, significa aquí
«inseguro» o «con posibilidad de escacharrarse»- hasta la playa, donde pasaban el día
como si estuvierande vacaciones, siempre y cuando regresaran a casa para la cena.
Aquella mañana concreta, el día era gris y nublado, algo que no molestó lo más mínimo
a los jovencitos Baudelaire. Cuando hacía calor y brillaba el sol, la Playa Salada estaba
llena de turistas y era imposible encontrar un buen sitio donde colocar la toalla. Los días
grises y nublados, los Baudelaire tenían la playa entera para ellos ypodían hacer lo que
quisieran.
A Violet Baudelaire, la mayor, le gustaba hacer saltar las piedras en el agua. Como
la mayoría de los catorceañeros, era diestra y las piedras volaban más lejos por el agua
cuando utilizaba la mano derecha que cuando lo hacía con la izquierda. Mientras
lanzaba piedras, miraba el horizonte y pensaba en algo que quería inventar. Cualquiera
que conociese a Violet sehubiera dado cuenta de que estaba pensando intensamente,
porque llevaba la larga melena recogida con una cinta para que no se le metiera en los
ojos. Violet tenía el don de inventar y construir extraños aparatos, y su cerebro se veía
inundado a menudo con imágenes de poleas, palancas y herramientas, y ella no quería
que algo tan trivial como su cabello la distrajese. Aquella mañana pensaba encómo
construir un aparato que permitiese recuperar una piedra después de que la hubiese
lanzado al océano.
A Klaus Baudelaire, el mediano y el único chico, le gustaba examinar las criaturas
de las charcas. Klaus tenía algo más de doce años y llevaba gafas, lo que le hacía
parecer inteligente. Era inteligente. Los padres Baudelaire tenían una enorme biblioteca
en su mansión, una habitación llena demiles de libros sobre casi todos los temas
imaginables. Klaus, como sólo tenía doce años, no había leído todos los libros de la
biblioteca de los Baudelaire, pero había leído muchos y había retenido mucha
información de sus lecturas. Sabía cómo distinguir un caimán de un cocodrilo. Sabía
quién mató a Julio César. Y sabía mucho de los viscosos animalitos de la Playa Salada,
animales que en aquelinstante estaba observando.
A Sunny Baudelaire, la pequeña, le gustaba morder cosas. Era una criaja, y muy
pequeña para su edad, ligeramente más grande que una bota. Sin embargo, lo que le
faltaba en tamaño lo compensaba con sus cuatro dientes, enormes y afilados. Sunny
estaba en esa edad en la que uno se comunica básicamente mediante ininteligibles
chillidos. Salvo cuando utiliza las únicas palabrasreales de su vocabulario, como
«botella», «mamá» y «mordisco», la mayoría de la gente tenía problemas para entender
lo que decía. Por ejemplo, aquella mañana estaba diciendo «¡Back!» una y otra vez, lo
que probablemente significaba: «¡Mira qué misteriosa figura emerge de la niebla!».
Así era, a lo lejos, en la playa, se podía ver una alta figura que se encaminaba
hacia los niños Baudelaire. Sunny...
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