Una Defensa Del Neopositivismo
POSITIVISMO
JURÍDICO
NI
NEOCONSTITUCIONALISMO: UNA
DEFENSA DEL
CONSTITUCIONALISMO POSTPOSITIVISTA
Manuel Atienza
1.
Si alguien me preguntara hoy qué es eso del neoconstitucionalismo, creo que le contestaría lo
mismo o algo muy semejante a lo que aparece en el Diccionario de los lugares comunes de
Flaubert, en relación con el Derecho: “no se sabe qué es”. No estoy diciendo que yo no losepa,
sino que no se sabe, que no se puede saber. Pero si lo que se me preguntara fuera si yo soy o
no un neoconstitucionalista, mi respuesta inequívoca, incluso enfática, sería que no. Tampoco,
por cierto, me considero un iuspositivista (de ninguno de los diversos tipos ahora existentes),
aunque sí creo saber qué significa centralmente ser un autor iuspositivista. Veamos si soy
capaz de explicarlo que en principio tiene todo el aire de una paradoja.
El término “neoconstitucionalismo” o “neoconstitucionalista” ha adquirido, como todo el
mundo sabe, un gran predicamento en la teoría del Derecho de los países latinos -europeos y
americanos- en los últimos años. Pero no parecen existir expresiones equivalentes en otros
ámbitos culturales; o, si existen, tienen un significado muy diferente. Laprocedencia de la
expresión parece estar en la escuela genovesa, en varios representantes de la misma, que la
introdujeron con un propósito manifiestamente crítico y descalificador: para referirse a una
concepción del Derecho contraria al positivismo jurídico que ellos profesaban y profesan:
digamos, al iuspositivismo metodológico o conceptual (la connotación de iuspositivismo
realista podemosdejarla aquí de lado). Probablemente ese origen polémico tenga que ver con
el uso tan confuso al que la expresión ha dado lugar.
La confusión se debe, en principio, a una serie de ambigüedades que arrastra el término,
más o menos obvias, pero de las que no siempre es consciente quien lo utiliza. Es evidente, por
ejemplo, que a veces se habla de “neoconstitucionalismo” para referirse a undeterminado
fenómeno (ciertos cambios que han tenido lugar en los sistemas jurídicos en los últimos
tiempos: la existencia de constituciones con ciertas características y que desempeñan un papel
especialmente relevante en el conjunto del ordenamiento jurídico), pero otras veces (y en
ocasiones al mismo tiempo) a la conceptualización de ese fenómeno: el neoconstitucionalismo
como teoría del Derecho. Que elneoconstitucionalismo puede entenderse, esencialmente,
como una doctrina (o un fenómeno) político, aunque también cabe poner el acento en su
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dimensión jurídica. O que a veces se usa el término para referirse a teorías o fenómenos que
conciernen exclusivamente al Derecho constitucional (la interpretación de la Constitución, por
ejemplo), mientras que en otras ocasiones el universo del discurso esel ordenamiento jurídico
en su conjunto. Y por si esto fuera poco (o, si se quiere, como consecuencia de todos esos
sentidos amontonados), el prefijo “neo” viene todavía a aumentar la confusión: pues en
algunos de los anteriores significados puede comprenderse que se use esa expresión,
“neoconstitucionalismo”, pero la misma resulta desconcertante si a lo que queremos
referirnos es a una teoría –auna concepción- general del Derecho: simplemente porque no ha
habido ninguna anterior que pudiera llamarse (que se haya llamado) “constitucionalista”. De
manera que el “neo”, simplemente, está de más, y uno está tentado a pensar que el éxito que
ha conocido pudiera deberse a razones semejantes a las que hacen que se prefiera hablar de
“influenciar” en lugar de “influir”, de “concretizar” en lugarde “concretar” o de “direccionar”
en lugar de “dirigir”. O sea, una corrupción de la lengua basada en la falsa impresión de que
alargar una palabra es una forma de agregarle sofisticación, profundidad, a su significado.
Demos entonces un paso más y centrémonos en el que podría considerarse como
significado principal de la expresión, al menos cuando quienes hacen uso de la misma son
filósofos...
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