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de Edgardo Rivera Martínez: apuntes para una exploración sobre la construcción del sujeto
"Quién soy sino apagada sombra en el atrio de una capilla en ruinas, en medio de esta puna inmensa...." Así comienza el soliloquio que forma la estructura de "Angel de Ocongate", reconocido por muchos como el cuento más logrado de Edgardo Rivera Martínez. Si bien la riqueza de estetexto permite aproximarse a él desde muchos ángulos, mi propósito en este caso es indagar las condiciones en que se constituye el sujeto a partir de las fuerzas que al descentrarlo, niegan su existencia como categoría representativa de un concepto de identidad unívoco. Lo que me interesa analizar en "Angel de Ocongate" es cómo se desplaza la identidad del sujeto protagonista en una serie deinstancias subjetivas que surgen precisamente a partir de la historia específica en la que éste se inscribe. De ahí que el transfondo de la identidad múltiple del sujeto se asiente en la problemática cultural que define a la sociedad peruana como una realidad fundamentalmente heterogénea.
"Angel de Ocongate" es el agónico monólogo de un personaje construído por sus propias e insistentes preguntas. Es, eneste sentido, un sujeto que surge como instancia sólo a partir de su propio discurso: "Era como si en un punto indeterminable del pasado hubiese surgido de la nada, vestido ya como estoy y hablándome, angustiándome" (14). El habla se revela entonces como el punto de origen de la condición de sujeto que surge de ella. Lo importante a subrayar es que por ser ante todo preguntas sin respuestas, setrata de un habla que produce angustia, desgarramiento: es ésta la característica principal del sujeto que intento analizar.
Después de la crítica postestructural y del análisis psicoanalítico lacaniano, sabemos que el sujeto es una categoría que precisamente por serlo, no posee ninguna esencia. Es más bien un espacio que va a llenarse con la construcción de la identidad; mecanismo que abre elterreno para la existencia de diversas identidades (o subjetividades) que pueden coexistir dentro de un mismo sujeto. Barthes llamó "posiciones de sujeto" a estas distintas identidades que forman, como consecuencia, distintas posiciones discursivas. Por consiguiente, si el relato se entiende como el "saber" específico de un sujeto que se desdobla en identidades diferentes, lo que resulta es laactuación de múltiples (y a veces contradictorios) "saberes" que al imponerse sobre la entidad enunciante ratifican la existencia de diferentes identidades que hablan desde espacios distintos. En consecuencia, tales "posiciones de sujeto" dispersas y a veces en conflicto se oponen a la visión tradicional que más bien inmovilizaba a la categoría de sujeto como una instancia esencial unívoca ydesproblematizada. En el caso de "Angel de Ocongate" las distintas identidades se elaboran a partir de la fragmentación de un sujeto marcado por la angustia que surge con el reconocimiento de una existencia descentrada entre espacios distintos. La lucha entre estas diversas posiciones apunta directamente a la historia como responsable de este esencial desgarramiento que ahoga toda posibilidad de realizar aplenitud cualquier tipo de identidad.
Como lo mencioné anteriormente, el sujeto de "Angel de Ocongate" sólo existe en el espacio de su propio monólogo, en un conflicto interior cuya intensidad está en contrapunto a lo que revela la descripción de su apariencia física: "...sólo a mí mismo me dirijo, en una fluencia razonada que no se traduce ni en el más leve movimiento de mis labios." (14) De hecho,este tipo de subjetividad parece ser un rasgo común en la narrativa de Rivera Martínez. Pero con respecto a este texto en particular, mi impresión es que "Angel de Ocongate" registra una estrecha imbricación entre "sujeto" y "saber" que une ambas instancias de manera que termina por convertir a la entidad enunciante en un contínuo proceso de reescritura de "saberes" o "identidades" diferentes....
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