C PITULO III LA EVALUACION DE LA NORMALIDAD EN LA NI EZ
LA EVALUACION DE LA NORMALIDAD EN LA NIÑEZ
EL DESCUBRIMIENTO TEMPRANO DE LOS AGENTES PATOGENOS: PREVENCIÓN Y PRONÓSTICO.
Para el analista de niños, la reconstrucción del pasado del paciente o el rastreo de los síntomas hasta sus orígenes en los primeros años de vida constituye una tarea muy diferente de la detección de los agentes patógenos antes de que estos hayan comenzado sutarea nociva (dañina); de la evaluación del grado de progreso normal de un niño pequeño; del pronóstico de su desarrollo; de interferir con el tratamiento del niño; de guiar a los padres; o en general de prevenir las neurosis, la psicosis y la asociabilidad. El analista de adultos en su trabajo clínico tiene poco interés en el concepto normalidad, excepto de manera marginal, en cuanto se refiere alfuncionamiento (en el amor, el sexo y en el buen rendimiento en el trabajo). En contraste el analista de niños que considera el desarrollo progresivo como la función más esencial de un inmaduro, está profunda y centralmente comprometido con la integridad o el trastorno, es decir, la normalidad o anormalidad de este proceso vital.
INTEGRIDAD = NORMALIDAD
TRASTORNO = ANORMALIDAD
En (1945) se podíaevaluar el grado de desarrollo y las necesarias indicaciones terapéuticas en el niño a través del escrutinio (examen), por un lado, de los impulsos libidinales y agresivos, y por el otro, del yo y del superyó de la personalidad infantil por medio de signos que indiquen, según la adaptación del yo, su precocidad o su retardo. Con las secuencias de la de las fases de la libido y una lista de lasfunciones del yo en el trasfondo de su mente, esta tarea no es difícil realizar para el analista de niños. Pero las indicaciones que así se obtienen son más útiles para establecer el diagnóstico y para revelar el pasado, demuestran de manera satisfactoria las formaciones y soluciones de compromiso que se han logrado en la personalidad del paciente.
LA TRASLACIÓN DE LOS HECHOS EXTERNOS A LASEXPERIENCIAS INTERNAS.
Los analistas, en la medida en que se los considera expertos en niños deben enfrentar una multitud de interrogantes que el público les plantea, acerca de la crianza de los niños y de las decisiones que los padres deben tomar en relación con la vida de sus hijos y que pueden resultarles conflictivas. Las interrogantes planteadas circunscriben precisamente aquellos campos en que puedenaplicarse con gran provecho las teorías psicoanalíticas desde el punto de vista preventivo, por ejemplo: ¿Debe la madre cuidar en forma exclusiva a su pequeño, y la madre sustituta significa un peligro para el desarrollo del niño?, ¿Cuál es la mejor edad ara comenzar el entrenamiento del control de esfínter?, ¿Qué tipo de escuela (formal o informal) es más adecuada para qué tipo de niño?,¿cuándo debe comenzar su educación sexual?... Entre otras. Frente a cualquiera de estas preguntas, aun las que en apariencia son más simples, la reacción del analista tiene un doble carácter. Como resulta obvio, no basta con señalar que no existen respuestas generales aplicables para todos los niños, sino solamente respuestas particulares que se adaptan a un niño especifico; ni tampoco que no puedenbasarse tales respuestas en la edad cronológica, dado que los niños difieren tanto en la rapidez de su crecimiento emocional y social como en el momento en que empiezan a sentarse, caminar, hablar etc., y en sus edades mentales; o incluso que no es suficiente evaluar el nivel del desarrollo del niño cuya conducta es consultada. Consideraciones de este tipo constituyen solo una parte de su tarea o quizáse la más simple. La otra parte, consiste en la evaluación del significado psicológico de la experiencia o de las exigencias a las que los padres intentan someter al niño.
Mientras los padres consideran sus planes a la luz de la razón, la lógica y las necesidades prácticas, el niño los experimenta según realidad psíquica, es decir de acuerdo con los complejos, afectos, ansiedades y fantasías...
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