D Penal
"Durante la primera ola, la mayoría de las personas consumían lo que ellas mismas producían. No eran ni productores ni consumidores en el sentidohabitual. Eran, en su lugar, lo que podría denominarse 'prosumidores'. Fue la revolución industrial lo que, al introducir una cuña en la sociedad, separó estas dos funciones, y dio lugar al nacimiento de loque ahora llamamos productores y consumidores. Esta escisión condujo a la rápida extensión del mercado o red de intercambio (...), ese dédalo de canales a cuyo través las mercancías o serviciosproducidos por usted llegan hasta mí, y viceversa" (p. 266). Ahora "vemos un progresivo difuminarse de la línea que separa al productor del consumidor. Vemos la creciente importancia del prosumidor. Y, másallá de eso, vemos aproximarse un impresionante cambio que transformará incluso la función del mercado mismo en nuestras vidas y en el sistema mundial: millones están empezando a efectuar por símismas servicios que otrora realizaban personas cualificadas: están "prosumiendo" (p. 267).
El autor produce estadísticas que muestran cambios interesantes: en Estados Unidos hace 10 años se vendía un 30%de herramientas a aficionados, mientras el 70% se vendían a carpinteros y otros profesionales; hoy, como consecuencia de la filosofía del "hágalo usted mismo", la proporción es exactamente lainversa. Y es que el precio de muchos servicios se está disparando, y a medida que estos precios aumentan "podemos esperar que la gente vaya haciendo por sí misma cada vez más trabajos" (p. 272). "Al final—dice Toffler— el consumidor, no simplemente suministrando las especificaciones, sino también oprimiendo el botón que pone en marcha todo este proceso, se convertirá en parte tan importante del procesode producción como lo era el obrero de la cadena de montaje en el mundo que ahora agoniza" (p. 273). El estilo de vida del prosumidor será, en consecuencia, distinto. Y aunque aún es muy pronto...
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