Ética de la solidaridad y enfoque centrado en la persona

Ética de la solidaridad y Enfoque Centrado en la Persona

Autor: Marcos Martínez Martínez

La palabra solidaridad está de moda, se escucha en muchos discursos o propuestas y es difícil que alguien quiera ser tachado de no solidario. Una gran cantidad de personas, universidades, empresas o gobiernos manifiestan la buena intención de ser solidarios a través de distintas acciones y programas.Sin embargo, los datos estadísticos que nos muestran las graves desigualdades en que vive nuestro mundo parecen mostrar que no hemos alcanzado el grado deseado o anhelado de solidaridad. Basta ver cómo, de acuerdo con los datos de la Naciones Unidas, más de mil 400 millones de personas viven por debajo de la línea de pobreza, es decir con un ingreso familiar menor o igual a 1.25 dólares al día,y lo peor es que para este 2010 se pronostica que 64 millones más se agregarán a estas estadísticas.
Como bien afirma Boff (2003), esta situación no se solucionará con una revolución política sino con una revolución ética, necesitamos “de un ethos que se solidarice con todos los caídos del camino”. Para ello, dos cosas a nuestro parecer son importantes:
1) Como lo expresa Adela Cortina(s.f.) es necesario dar razones del por qué me tengo que hacer cargo del otro. Es necesario explicar que la solidaridad es una responsabilidad que se impone desde nuestra propia naturaleza o código humano en cuanto que estamos ligados necesariamente a los otros para nuestro desarrollo y auténtica realización. Es la idea que aparece en la etimología de la misma palabra que hace referencia a un modo dederecho u obligación in sólidum, y que apunta a una obligación compartida o responsabilidad común que va más allá de un acto generoso o bondadoso de la persona, sino que se manifiesta como una exigencia antropológica que me obliga a adherirme a la causa o empresa de otros. En palabras de Rodrigo Guerra (2004), es necesario “reconocer la solidaridad ontológica, que nos une a todos como miembros deuna misma familia humana… la participación en la común humanidad” (p.69).
2) Siguiendo a Boff (2003, a), es necesario incorporar la visión del ethos que se compadece. Compasión no en el sentido peyorativo que es sinónimo de lástima o superioridad de alguien que mira desde arriba, sino en el sentido que algunos autores griegos les daban: “participar en el dolor ajeno que hacía del “otro” encierta manera un prójimo, aun sin existir lazos concretos de proximidad, tales como los lazos familiares” (Mora,2001, p. 597), o en el sentido cristiano como sinónimo de misericordia que implica la generosidad de la persona para compartir el dolor del otro y no abandonarlo a su suerte, sino acompañarlo con su ayuda afectiva o material. En palabras de Tony Mifsud (1996):
La solidaridad se construyea partir de la empatía y se hace realidad en el compartir. La empatía ética es la capacidad de sentir y asumir la condición humana como una responsabilidad entre todos, y, por tanto, implica la vulnerabilidad frente a las necesidades de otros. La empatía es auténtica en la medida en que se traduce en la disponibilidad para compartir (el estar con se hace el ser para) sea nivel de recursosmateriales (distribución justa de los bienes) como también de los recursos humanos (entregar tiempo, interés, conocimiento). (p. 468).
Resulta obvio pues, que sin esta compasión (padecer junto a), sin esa capacidad para sentir como propio el sufrimiento de los demás para experimentar indignación ante las injusticias, difícilmente se dará el paso a la solidaridad y más fácil será la falta de cuidadohacia los demás y hacia la naturaleza.
Dado lo anterior, consideramos que el Enfoque Centrado en la Persona puede aportar una base fundamental para la vivencia y el ejercicio de la solidaridad. Y es que el ECP va más allá de una corriente psicológica y se convierte en una manera de ser y estar en el mundo en el que el fundamento es el encuentro interpersonal, la confianza en el ser humano, la...