08 Ferres
Páginas: 14 (3430 palabras)
Publicado: 19 de agosto de 2015
LA O TRA M IRADA
A LA
47
TELE
De la emoción por el consumo al consumo de
emociones
Televisión, consumo y emociones
Joan Ferrés Prats
1. Televisión y consumo
as relaciones entre el binomio televisión-consumo cristalizan en
interacciones de signo muy diverso, porque no se trata tan sólo
de que la televisión, a través del bombardeo de espots publicitarios, incite al consumo de toda clase debienes y servicios. Se
trata de que incita además, y de manera primordial, al propio
consumo, es decir, al consumo de sí misma. La televisión busca,
de manera constante y hasta obsesiva, convertirse ella misma
en objeto prioritario de consumo.
En este sentido, en una sociedad tópicamente bautizada como «sociedad
de consumo», educar al consumidor comporta necesariamente formar buenostelespectadores, es decir, educar para el consumo de televisión. Y esta educación no puede ser generalista, en el sentido de que no toda educación sirve
para formar telespectadores. Una persona bien educada, de acuerdo con los
parámetros tradicionales, no es necesariamente una persona capacitada para
L
48
P ISTAS
PARA UN
CONSUMO INTELIGENTE
DE LA
TELEVISIÓN
ser un buen telespectador. La educación deltelespectador requiere prestar
atención preferencial a unos contenidos y a unos valores específicos.
Se sabe que los miembros de ciertas tribus africanas primitivas son capaces de consumir, sin riesgo para su salud, sustancias que provocarían graves
percances en la salud de los occidentales.Y es que, aparte de los condicionamientos personales, el estilo de vida propio de cada cultura habilita oinhabilita
a los sujetos que forman parte de esta cultura para que realicen con éxito unas
determinadas formas de consumo.
Cada cultura desarrolla, pues, unas habilidades específicas para el consumo, tanto en el ámbito físico como en el mental. Se puede tener el cuerpo
preparado para consumir frutos y no tenerlo preparado para consumir grasas.
Igualmente se puede tener la mente preparada para consumirlibros y no tenerla preparada para consumir televisión. Y es que también en el ámbito de lo
mental las habilidades que se requieren para un tipo de consumo son significativamente distintas de las que se precisan para otro.
Traducido al tema que nos ocupa, se puede ser reflexivo, crítico, analítico
y, no obstante, no estar preparado para ser un buen telespectador. Se puede
estar capacitado paraconsumir palabras y no para consumir imágenes. Se
puede estar cualificado para hacer frente a los discursos y no estarlo para
hacer frente a los relatos. Se puede ser capaz de enfrentarse con éxito a las
argumentaciones y razonamientos y, en cambio, ser sumamente vulnerable a
las sensaciones y emociones.
Ésta es la clave del problema. Y éste es el grave dilema que se le plantea
a la escuela: laexigencia de impartir una formación específica. Porque lo que
distingue a la experiencia televisiva de otras experiencias que podrían parecer
similares es precisamente que, lo que en ella se consumen, son prioritariamente
emociones. La televisión es el reino de la emoción. Y la emoción se rige por
unas reglas que casi nada tienen que ver con las enseñanzas que se suelen
impartir en las aulas.
Elproblema de la escuela, lo que la convierte en desfasada, es que no
prepara a las nuevas generaciones para que puedan realizar con provecho
aquel tipo de consumo al que más horas van a destinar a lo largo de su vida.
En concreto, la escuela no prepara a las nuevas generaciones para que sean
buenos telespectadores, porque no les prepara para un adecuado y lúcido
consumo de emociones.
La contradicciónentre la escuela y la cultura audiovisual se pone de manifiesto en el hecho de que la educación se mueve de manera preferente en la
esfera de la palabra, del razonamiento, del análisis, de la reflexión crítica y de
las experiencias conscientes, mientras que la cultura audiovisual se mueve de
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manera preferente en la esfera de la imagen, de la emoción, de la...
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De la emoción por el consumo al consumo de
emociones
Televisión, consumo y emociones
Joan Ferrés Prats
1. Televisión y consumo
as relaciones entre el binomio televisión-consumo cristalizan en
interacciones de signo muy diverso, porque no se trata tan sólo
de que la televisión, a través del bombardeo de espots publicitarios, incite al consumo de toda clase debienes y servicios. Se
trata de que incita además, y de manera primordial, al propio
consumo, es decir, al consumo de sí misma. La televisión busca,
de manera constante y hasta obsesiva, convertirse ella misma
en objeto prioritario de consumo.
En este sentido, en una sociedad tópicamente bautizada como «sociedad
de consumo», educar al consumidor comporta necesariamente formar buenostelespectadores, es decir, educar para el consumo de televisión. Y esta educación no puede ser generalista, en el sentido de que no toda educación sirve
para formar telespectadores. Una persona bien educada, de acuerdo con los
parámetros tradicionales, no es necesariamente una persona capacitada para
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PARA UN
CONSUMO INTELIGENTE
DE LA
TELEVISIÓN
ser un buen telespectador. La educación deltelespectador requiere prestar
atención preferencial a unos contenidos y a unos valores específicos.
Se sabe que los miembros de ciertas tribus africanas primitivas son capaces de consumir, sin riesgo para su salud, sustancias que provocarían graves
percances en la salud de los occidentales.Y es que, aparte de los condicionamientos personales, el estilo de vida propio de cada cultura habilita oinhabilita
a los sujetos que forman parte de esta cultura para que realicen con éxito unas
determinadas formas de consumo.
Cada cultura desarrolla, pues, unas habilidades específicas para el consumo, tanto en el ámbito físico como en el mental. Se puede tener el cuerpo
preparado para consumir frutos y no tenerlo preparado para consumir grasas.
Igualmente se puede tener la mente preparada para consumirlibros y no tenerla preparada para consumir televisión. Y es que también en el ámbito de lo
mental las habilidades que se requieren para un tipo de consumo son significativamente distintas de las que se precisan para otro.
Traducido al tema que nos ocupa, se puede ser reflexivo, crítico, analítico
y, no obstante, no estar preparado para ser un buen telespectador. Se puede
estar capacitado paraconsumir palabras y no para consumir imágenes. Se
puede estar cualificado para hacer frente a los discursos y no estarlo para
hacer frente a los relatos. Se puede ser capaz de enfrentarse con éxito a las
argumentaciones y razonamientos y, en cambio, ser sumamente vulnerable a
las sensaciones y emociones.
Ésta es la clave del problema. Y éste es el grave dilema que se le plantea
a la escuela: laexigencia de impartir una formación específica. Porque lo que
distingue a la experiencia televisiva de otras experiencias que podrían parecer
similares es precisamente que, lo que en ella se consumen, son prioritariamente
emociones. La televisión es el reino de la emoción. Y la emoción se rige por
unas reglas que casi nada tienen que ver con las enseñanzas que se suelen
impartir en las aulas.
Elproblema de la escuela, lo que la convierte en desfasada, es que no
prepara a las nuevas generaciones para que puedan realizar con provecho
aquel tipo de consumo al que más horas van a destinar a lo largo de su vida.
En concreto, la escuela no prepara a las nuevas generaciones para que sean
buenos telespectadores, porque no les prepara para un adecuado y lúcido
consumo de emociones.
La contradicciónentre la escuela y la cultura audiovisual se pone de manifiesto en el hecho de que la educación se mueve de manera preferente en la
esfera de la palabra, del razonamiento, del análisis, de la reflexión crítica y de
las experiencias conscientes, mientras que la cultura audiovisual se mueve de
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manera preferente en la esfera de la imagen, de la emoción, de la...
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