1985
Recuerdo que mi perico estuvo especialmente inquieto aquella mañana, tal vez su primitivo instinto le estaba poniendo alerta ante la tragedia quese avecinaba, los habitantes de las grandes ciudades hemos olvidado los sistemas de alerta de la naturaleza. Cuando comenzó a temblar el perico se puso aun más nervioso. La casa se movía muy fuerte como sí tuviera ruedas, recuerdo que ese sismo fue más fuerte que ninguno que yo recordara en mi corta vida, generalmente yo no me asustaba tanto con los movimientos de tierra, mi papá ya había salidode casa y estaba camino a su trabajo mi hermano seguía durmiendo y aun que el terremoto lo despertó, curiosamente no se levantó hasta que cesó el movimiento. mi madre y yo nos pusimos en el marco de la puerta de la recamara , ella con mi hermana menos en brazos se aferró tanto a ese marco que era imposible moverla, siempre me ha dicho que intentaba detener la casa en un instinto de sobrevivencia.Yo quería salir pero su fuerza me lo impidió.
Las ondas sísmicas hacían que la tierra crujiera, era un ruido tenebroso que surgía de todas partes, era como un grito sordo proveniente del centro de la Tierra. La pesadilla duró casi dos minutos, a veces era un movimiento trepidatorio, otros oscilatorio pero nada parecido a algo vivido anteriormente. Después de ese día cada vez que hay un temblorel tiempo se hace eterno, pareciera que el movimiento no va a acabar jamás.
En casa no hubo ninguna cuarteadura, nada se rompió ni siquiera un vidrio, una taza o un plato, solamente se abrieron las puertas de las vitrinas y las lámparas continuaron columpiándose por varios minutos,
Después de que el temblor terminó nos despedimos de la familia, aunque la luz se había ido y el temblorhabía estado fuerte pensamos que era lo normal, siempre la cortaban para evitar cortos circuitos, en la calle encontramos a algunos vecinos en pijama y la cara pálida por el susto, pero jamás imaginamos la magnitud del desastre.
Eran más o menos las 7:40 AM. cuando llegamos al colegio, la maestra nos miró con sorpresa y le dijo a mi mamá que mejor nos quedáramos en casa, a ella le pareció exageradoy pudo más el sentido del deber que la sensatez, y nos dejo en la escuela.
En el momento que vi la hora, eran las 8:45 de la mañana, apenas había pasado una hora. Y en la escuela decidieron regresarnos a nuestras casas.
Al regresar a casa mi familia estaba escuchando la transmisión en vivo de Jacobo Zabludowsky que circulaba en su auto y como tenía teléfono se enlazó con unaradiodifusora, cada calle que recorría se encontraba con algo diferente, su voz pasó de la aparente tranquilidad a la desesperación y asombro ante lo que veía.
Para quienes lo escuchábamos su voz narraba cosas jamás imaginadas: se derrumbó el hotel Continental, se cayó el Hotel Regis, nos dicen que en Tlatelolco hay varios edificios derrumbados, una secundaria en avenida Chapultepec se cayó y sepultó alos estudiantes, se cayó el CONALEP, se cayeron las Torres de Pino Suárez, el Centro Médico no existe más, el Hospital Juárez desapareció, se cayó el edificio de Radio Fórmula y los locutores de “Batas, pijamas y pantuflas” están entre los escombros, me informan que en Garibaldi hay muchos mariachis que quedaron atrapados, en Tepito se han caído muchas vecindades... estamos llegando a Ave....
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