2012

Los mayas y el fin del Quinto Sol, un análisis construccionista.
André Marcel Lacarriere Lezama - 210002954

Resumen: El ser humano por naturaleza buscar la certidumbre. En esa búsqueda tiende a formular teorías y a encontrar evidencias que ayuden a transformar esas teorías en verdades que le ayuden a interpretar la realidad. El fenómeno de 2012 es un claro ejemplo de cómo tanto creyentes comoescépticos manifiestan teorías, exponen pruebas científicas y buscan invalidar aquellas creencias que se contrapongan a las propias.

Hace algunos días, al conversar sobre el terremoto que se dejó sentir en diversas partes del centro y suroeste de México el 20 de marzo de 2012, un amigo hizo a modo de broma el comentario de que “los mayas no se equivocaron al pronosticar el fin del mundo”. Enlas semanas siguientes se dejaron sentir cientos de réplicas, generando un sentimiento de incertidumbre entre la población de las ciudades afectadas. Pero ahí no termina el asunto: para contribuir con el ambiente apocalíptico que algunos han creado alrededor de las supuestas “profecías del fin del mundo” hechas por los mayas, algunas semanas después el volcán Popocatépetl inicio un período deactividad poniendo en alerta a las comunidades cercanas. Pero, ¿en verdad los mayas pronosticaron tales eventos?¿O es la necesidad humana de tener certidumbre respecto a situaciones que escapan a su control la que impulsa a formular diversas hipótesis explicativas respecto a ellas? Las “profecías mayas” se han vuelto un tópico recurrente en prácticamente todos los medios de comunicación, con susdefensores y sus detractores. Ambos bandos buscan explicar y, más aún, demostrar, la veracidad de sus teorías. Analicemos un poco ambas posturas.

Por un lado quienes defienden la tesis del fin del mundo dicen abiertamente que esto fue profetizado por la cultura maya. No obstante Ibañez & Jiménez (2001) hacen un cuestionamiento interesante: “¿Cómo accedemos a la realidad con independencia delconocimiento que tenemos de ella para poder compararla así con ese conocimiento?” y continúan haciendo una comparación de la naturaleza como si se tratase de un libro que quizás está abierto de para en para ante nuestros ojos y escrito en el lenguaje de las matemáticas ante el cual, para poder comprenderlo, siempre deberemos recurrir a una traducción; pero para hacer la traducción, se requiere unoriginal. Utilizando de manera un tanto litera el argumento anterior, es logico suponer que de existir esas “profecías”, éstas deben encontrarse inscritas en los textos legados por los mayas; ahora bien, ¿cómo es posible interpretar “verazmente” los textos legados por esta cultura si la mayoría de ellos fueron destruidos durante la conquista y a la fecha sobreviven muy pocos en condiciones de serexaminados? ¿Y qué hay del hecho de que las interpretaciones han sido desarrolladas con base en hipótesis de lo que los científicos creen que significan los símbolos y caracteres plasmados en los códices y otros registros que perduran? Es verdad que algunos frailes conquistadores se dieron a la tarea de rescatar y “traducir” algunos de esos textos, pero eso genera otras interrogantes: ¿la traducción fuehecha correctamente, considerando que la cosmovisión

precolombina era diametralmente opuesta a la religión de los conquistadores? ¿Pudo ocasionar esa diferencia en las formas de ver la realidad que las traducciones estuvieran viciadas? Otros defensores tratan de fundamentar esas profecías con su supuesta coincidencia con ciertos aspectos legados por otras culturas, por ejemplo la interpretaciónde la secuencia adivinatoria del I Ching (o libro de los cambios), a la que aplicándole ciertos cálculos matemáticos y tomando como fecha inicial el

bombardeo atómico de Hiroshima, da como resultado una fecha en el año 2012 (McKenna, 1975). Sin embargo originalmente dicha fecha tenía lugar en noviembre. Cuando el autor descubrió la proximidad con la fecha final del calendario maya,...