475 960 1 PB
Págs. 409-428, ISSN: 0034-8341
REVOLUCIÓN Y LIBERALISMO EN LA PROVINCIA
DE VERACRUZ, 1812-1821
POR
JUAN ORTIZ ESCAMILLA
Universidad Veracruzana
Se estudia aquí el desarrollo de la insurgencia en la provincia de Veracruz, poniendo especialmente el acento en la diversidad de los actores de una región geográficamente muy variada y
étnicamenteheterogénea. Se describen las diferentes fases de la guerra y su relación con la creación de ayuntamientos constitucionales previstos por la Constitución de Cádiz, así como la desintegración de la jerarquía política de los territorios que ésta provoca.
PALABRAS CLAVES: Veracruz, insurgencia, liberalismo, pueblos, guerra
Cuando se inició la guerra civil de 1810 en Nueva España, Veracruz era una
provinciaque miraba al mar y el altiplano central era su traspatio. Su territorio
extendido a lo largo del Golfo de México, con diferentes demarcaciones jurisdiccionales en lo político-administrativo, en lo militar y en lo eclesial, con una variedad de climas, de grupos étnicos, de sistemas de producción y de tenencia de
la tierra e infinidad de ríos, no había logrado una integración económica, social ypolítica como otras provincias de la Nueva España. A pesar de contar con el
principal puerto marítimo del virreinato, el comercio favorecía principalmente a
las villas de Xalapa, Córdoba, Orizaba y Perote, lugares de paso hacia las ciudades de tierra adentro. Estos factores fueron determinantes para el desarrollo de la
guerra y la adopción del liberalismo.
En lo político-administrativo la provinciaestaba dividida en once partidos
(Córdoba, Orizaba, Xalapa, Xalacingo, Antigua, Misantla, Papantla, Tampico,
Cosamaloapan, Tuxtla y Acayucan) y cinco pueblos (Tlacotalpan, Alvarado,
Tlalixcoyan, Medellín y Boca del Río) dependientes del gobierno del puerto de
Veracruz. Los asuntos jurisdiccionales en el partido de Tuxpan eran más complicados; los ramos de justicia y policía dependían de Puebla y elmilitar y de
Hacienda de la plaza de Veracruz. En lo eclesial estaba repartida entre los obisR. I., 2002, n.º 224
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pados de Puebla (en el centro), México (en el norte) y Oaxaca (en el sur). El clero
tenía una mayor presencia en centros urbanos y pueblos indios que en la tierra
caliente donde la población escaseaba y estaba dispersa. La población estaba
distribuida a lolargo de la provincia, la cual se dividía entre la que habitaba «las
tierras altas», donde se concentraban las principales poblaciones de españoles y
castas, pueblos de indios y negros esclavos en la región de Córdoba, y la tierra
caliente que corría en paralelo al mar desde Tampico (en el norte) hasta Huimanguillo (en el sur), prácticamente deshabitada por su «temperamento malsano en
los meses dejunio, julio, agosto y septiembre en términos de que un aguacero
[era] bastante para destruir una división europea»1.
En la tierra caliente, con la excepción del puerto, no había asentamientos
humanos de importancia; dominaban las grandes haciendas y en ellas pequeñas
rancherías formadas por «vagamundos» expulsados de los pueblos y centros urbanos, de esclavos cimarrones y de fugitivos perseguidospor la justicia, incluso
de otras provincias. En estas tierras todos tenían cabida y constituían el conglomerado de arrendatarios, medieros y gañanes de las haciendas. Los de mayor
antigüedad ya formaban parte de las compañías milicianas organizadas a lo largo
de la costa y como parte del sistema de defensa militar colonial. De estos grupos
saldría el principal contingente para el «Batallón de laRepública».
Así, pues, en la organización territorial de la provincia, los cabildos de las villas desempeñaban un importante papel. Eran —como dice Guerra— «cuerpos
poderosos privilegiados, actores centrales de toda la vida política y social de su
región, pero por privilegiados, envidiados y controvertidos»2. Con la guerra se
impuso una nueva estructura político-militar regional, a base de...
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