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ISSN: 1989‐3620
Manual de laboratorio de Parasitología
1. Introducción a los Protozoos
Ignacio García Más. Benito Muñoz Araújo. Amaya Aguirre Inchaurbe.
Ignacio Polo Roldán. Ana García Moreno. Pablo Refoyo Román.
Departamento de Zoología y Antropología Física. Facultad de Ciencias Biológicas.
Universidad Complutense de Madrid. c/ José Antonio Novais, 2. 28040 Madrid.
igarmas@bio.ucm.es titomu@bio.ucm.es aaguirre@bio.ucm.es
ipolorol@bio.ucm.es agmoreno@bio.ucm.es pablorefoyo@teleline.es
Resumen: Los Protozoos son organismos eucariotas, esencialmente unicelulares, de
pequeñas dimensiones ―entre 1 y 500 μm, normalmente― que se encuentran ampliamente distribuidos en todos los medios naturales. Se han descrito más de
70.000 especies de Protozoos, de los cuales la mitad son fósiles y unas 15.000 son
parásitas.
Palabras clave: Protozoos.
MORFOLOGÍA
Un Protozoo es esencialmente una célula única, y, como tal, es autónoma,
realizando todas aquellas funciones que en los organismos pluricelulares (Metazoos)
son realizadas por aparatos o sistemas diferentes constituidos por células
diferenciadas.
El cuerpo de un Protozoo está formado esencialmente por el protoplasma,
diferenciado en citoplasma y núcleo o núcleos. Las diversas funciones son realizadas
por o con la ayuda de diferentes orgánulos. Así, la locomoción es realizada con la
ayuda de pseudópodos, cilios o flagelos, la digestión mediante la formación de
vacuolas digestivas, la excreción y osmorregulación con el auxilio de vacuolas
contráctiles, etc.
El cuerpo del Protozoo está limitado por la película, que en el caso más sencillo
(amebas) está restringida al plasmalema o membrana unitaria, pero en otros puede
poseer elementos fibrilares de refuerzo. Muchos Protozoos forman, en determinados
momentos de su ciclo vital o como respuesta a determinadas condiciones ambientales,
quistes o esporas resistentes. La formación de quistes es particularmente común entre
los Protozoos de vida libre que se encuentran en aguas temporales que se secan o en
otras condiciones difíciles y entre los parásitos que deben sobrevivir para pasar a
nuevos hospedadores.
Todos los Protozoos poseen, al menos, un núcleo; en muchas especies puede
haber varios e incluso muchos núcleos. El denominado núcleo vesicular se caracteriza
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Reduca (Biología). Serie Parasitología. 1 (1): 1‐6, 2008
ISSN: 1989‐3620
por la presencia, en el nucleoplasma, de una masa más o menos central llamada
nucléolo (que desaparece durante la mitosis) o endosoma –o cariosoma, término
preferido por los Protozoólogos‐ (que no desaparece durante la mitosis); este tipo de
núcleo se encuentra principalmente en los Sarcomastigóforos y Apicomplejos. El
núcleo compacto, por el contrario, presenta numerosos grumos de cromatina
repartidos por el nucleoplasma y es característico de los Cilióforos (macronúcleo).
Los Cilióforos poseen dos tipos de núcleos, que coexisten en un mismo individuo
y que tienen funciones diferentes; uno de ellos, el llamado micronúcleo, es
relativamente pequeño y controla la reproducción del organismo, el otro, más voluminoso, es el macronúcleo y regula las funciones vegetativas.
MOVIMIENTO
El movimiento de los Protozoos se debe a estructuras u orgánulos que bien
pueden ser transitorias, como los pseudópodos (en Amebas), o permanentes, como los
flagelos (en Flagelados) y cilios (en Cilióforos). Algunos Protozoos (Esporozoos) se
desplazan por deslizamiento.
NUTRICIÓN
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