Abogado
Hugo Guerra
Admito que tengo sentimientos encontrados en torno al proyecto de ley sobre el llamado negacionismo, que busca modificar el Código Penal a fin de sancionar aquienes no reconozcan los crímenes cometidos por los grupos terroristas.
Indigna el avance de organizaciones de fachada senderistas como el Movadef y el Sutep – Conare, y es muy grave que millones deperuanos por debajo de los 20 años de edad no conozcan realmente todo el período criminal del embate terrorista que ensangrentó a nuestra patria de 1980 a 1992. Sin embargo, racionalmente resultainaceptable la aprobación de un remedio legal que, a la postre, sería peor que la enfermedad.
El término negacionista se origina en el “denial” inglés. En lo político es símil del “denialism”científico, el cual alude al rechazo automático frente a pruebas científicas contundentes. Difiere del sano escepticismo, pues este sí considera los hechos y las pruebas y está siempre dispuesto a cambiar suopinión admitiendo la evidencia.
Los negacionistas son tan ridículamente necios que, por ejemplo, niegan el Holocausto perpetrado por los nazis durante la II Guerra Mundial; tampoco admiten elcalentamiento global, la teoría evolucionista, la existencia del VIH – sida, los viajes del hombre a la Luna, etc.
Entre nosotros algunos pretenden negar el accionar vesánico de Sendero Luminoso y del MRTA,para presentar a esas huestes genocidas como “luchadores sociales”. Sus técnicas propagandísticas, orientadas sobre todo a confundir a los jóvenes y personas con escasa ilustración, o con muchoresentimiento social, consisten en minimizar las atrocidades cometidas contra la peruanidad bajo el influjo de ideologías asesinas.
Siguiendo modelos como el alemán y el austríaco, que sancionan a quienesexalten el nazismo, el Gobierno peruano busca penalizar a quienes no reconozcan los crímenes terroristas. Su premisa es que con esta norma garantista se tutelará mejor el bien jurídico consistente...
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