Abogado

DERECHO ADMINISTRATIVO – Prof. ROLANDO PANTOJA BAUZÁ

LA HERENCIA DEL ESTADO LIBERAL DE DERECHO

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EL PRINCIPIO DE LA LEGALIDAD
CAPÍTULO P RIMERO. Del principio de la legalidad al principio de la juridicidad
CAPÍTULO S EGUNDO. Los criterios de sujeción de la Administración del Estado
al principio de la juridicidad
CAPÍTULO TERCERO. La Constitución Política de la República y la ley comofuentes del principio de la juridicidad. Relación ley -reglamento
CAPÍTULO C UARTO. Cobertura del principio de la juridicidad
CAPÍTULO QUINTO . Exigibilidad del principio de la juridicidad

Capítulo Primero
DEL PRINCIPIO DE LA LEGALIDAD AL PRINCIPIO DE LA JURIDICIDAD

S UMARIO : 1. Antecedentes. 2. Del principio de la legalidad al principio de la juridicidad.
2.1 Los factores deprofundización del proceso de legalización del Estado constitucional de
primera generación. 2.2. De los criterios causales a los criterios teleológicos y sustanciales
de interpretación y aplicación del Derecho. 3. El principio de la juridicidad administrativa.

1. ANTECEDENTES
La sujeción o sometimiento de la Administración del Estado a la ley, al principio
de la legalidad, es hoy día unaafirmación que la doctrina acepta en forma
unánime.
Con todo, y más allá de la representación intuitiva que esta situación sugiere, bien
cabe preguntarse qué significa, ya en un análisis más detenido, este axioma
jurídico según el cual la Administración está sometida a la ley.
Desde luego, como se sabe, a comienzos del siglo diecinueve, el principio de la
legalidad significó sujeción de laAdministración a la ley de la asamblea
legislativa, puesto que la ley apareció como el eje central sobre el cual se articuló
el Estado moderno constitucional, que al repudiar el absolutismo rechazó toda
muestra de voluntarismo personal, de decisión basada en el solo arbitrio de una
autoridad, por considerarlas fuente de abusos de poder y violación de la dignidad

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humana, buscando, por eso, la objetividad de las normas, vía legislador,
legitimadas además por el hecho de ser adoptadas en nombre de la nación toda.
En efecto, si bien las revoluciones de fines del mil setecientos hicieron realidad la
utopía de la libertad que había animado al hombre occidental desde el
Renacimiento, instituyendo por primera vez una organizaciónpolítica que por su
sola forma de estar estructurada pudiera impedir el absolutismo, mantuvieron, sin
embargo, la idea de soberanía del ancien régime como concepto fundante de la
nueva sociedad, concibiéndola, al igual que lo había hecho Bodin en el pasado,
como un poder absoluto, exclusivo y excluyente, radicado ahora en la nación y no
en una persona natural dotada de atributos superiores a losde un ser normal o
común, y ejercida por los poderes públicos, según lo prescrito por la Constitución.
En Francia, esa construcción social se concretó en el diseño de un modelo estatal
de base racionalista, pensado para evitar el despotismo. Montesquieu daría a
conocer la fórmula que mostraba qué hacer para construir un Estado liberal y
antiabsolutista. Para resguardar la libertad política,dirá, o sea, para asegurar esa
tranquilidad de espíritu que asiste a todo ciudadano de que no será amenazado ni
perturbado en el ejercicio de sus derechos naturales, necesariamente, dirá, hay
que establecer una separación en el poder absoluto propio del Estado, ya que una
experiencia eterna demuestra que cuando este poder es ejercido por un individuo
o un grupo de notables, inevitablementese cae en la tiranía o el despotismo.
De aquí, entonces, que aceptando la existencia de un poder absoluto de decisión:
la soberanía, radicada en la nación y ejercida por las autoridades constituidas: el
poder legislativo, el poder ejecutivo y el poder judicial; el poder legislativo, por su
carácter de representante directo de la nación soberana, pasara a ocupar una
posición dominante,...