Aborto: ¿legalizar? ¿penalizar?
Minucia Félix, considerado el primer apologista latino, llama, sin el menor miramiento,“parricidio” al acto de abortar; para Martine Aubry, impulsora francesa de la despenalización del aborto, “es el reconocimiento absoluto de los derechos absolutos de las mujeres”. Dos posiciones encontradas que si bien tienen sus razones de fondo, no encuentran fundamento en sociedades que con todo y lo que se piense, viven aún bajo la tutela confesional cuando no, bajo el yugo de los tabúes o el peso de unliberalismo incomprensible cuando la libertad va más allá de las culturas y los derechos humanos. En todo caso, el aborto no es un tema fácil para los radicales, pero tampoco transitable para los moderados que en la búsqueda del equilibrio, se encuentran con sus propios demonios o se enfrentan a una conciencia incapaz de discernir entre lo bueno y lo malo.
Más allá de las ideologías y probablesintereses políticos y religiosos que se debaten en la lucha por despenalizar o castigar el aborto, tenemos que entrar a un profundo análisis –primero de conciencia y después de las repercusiones– de un asunto que no pude ni debe ser tomado a la ligera, en primer lugar, porque se trata de la vida y en segundo, porque definirá en lo sucesivo el carácter nacional, largamente acariciado como uno de losmás nobles del mundo.
Empecemos por conocer la raíz etimológica del término “aborto”. Es un compuesto del prefijo ab, que significa separar, distanciar o extraer, y el participio pasado del griego orior u ortus sum, que significa nacer, levantarse el sol ó aparición del sol; la palabra raíz griega es rnymi que también significa el suelo en que has nacido. En latín es el verbo aborire del queprocede abortus, contrario de orior ortus, y que por tanto, significa morir, extinguirse, intransitivo. De tal manera que las interpretaciones literales son: matar antes de nacer, extraer para matar ó extinguir para que no transite.
De sobra son conocidos los textos y gráficas de la práctica abortiva: enormes y filosas pinzas penetrando el aparato reproductor femenino hasta encontrar el indefensocuerpo del bebé para, brutalmente, asesinarle y/o extraerlo a pedazos. Nos ha dejado petrificados un video norteamericano en el que se observa cómo durante la práctica de un aborto, surgían de la vagina de una mujer las diminutas piernas de un bebé, todavía en movimiento, a pesar que ya le habían arrancado uno de los bracitos.
Si partimos del real significado del término y revisamos el hecho en sí,no nos queda la menor duda que en efecto, se trata de un asesinato, derivado principalmente de la irresponsabilidad con que las personas llevan sus relaciones sentimentales y emocionales. No se trata, como se pretende hacer creer, de “un proyecto de vida”, frase que choca grotescamente con la vida misma. Pero veamos paso a paso el tema del aborto y formémonos una opinión.
El aborto en elcontexto histórico
Hemos de estar ciertos que desde tiempos inmemoriales, el aborto es una práctica común que no por su cotidianeidad ha sido aceptable, al menos, en sociedades que se rigen bajo tutelas religiosas o de extremismos ideológicos. Incluso, en sociedades liberadas de tabúes, se ha buscado la forma de neutralizar su práctica alegando razones de salud pública o cuestiones morales. Sinembargo, radicalismos y libertades han sido insuficientes para poner fin a una situación que, evidentemente, va contra los principios de toda sociedad y peor aún, contra lo que el Gran Dador de Vida ha dispuesto.
Paradójicamente, es en las sociedades con mayor incidencia religiosa, donde el aborto, históricamente, es practicado con mayor frecuencia. Lo más grave es que un buen número de éstos –o...
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