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Artículo publicado en www.revista-artefacto.com.ar > Textos > Ensayos

La obstinación del amor
La búsqueda de sentido en la sociedad de la
información
Florencia Marciani

“Se me dice: este tipo de amor no es viable.
Pero ¿cómo evaluar la viabilidad?
¿Por qué lo que es viable es un Bien?
¿Por qué durar es mejor que arder?”
Roland Barthes, Fragmentos de un discurso amoroso
IntroducciónReflexionar en torno a las relaciones afectivas y amorosas que se
desenvuelven en un mundo trastocado por las tecnologías de la información y
comunicación y en una configuración social cuya lógica interna se rige por un
principio utilitarista que encuentra en la viabilidad y la ganancia el motor que
aceita la máquina, pero también la necesidad de exhibirlo todo desde una retóricapornográfica, nos lleva a considerar las conceptualizaciones que desde la filosofía
y el campo de las ciencias sociales se han desarrollado para abordar la sexualidad,
el cuerpo y el amor. Es también imprescindible mencionar la insistencia con que
los hombres se ven sometidos al imperativo de comunicarlo todo, pero a partir de
una impronta meramente informativa incapaz de otorgar un sentido último a lapropia existencia.

Sociedad pornográfica y confesionarios 2.0
La conceptualización de la sociedad contemporánea en relación al papel
desempeñado por los medios de comunicación hoy, encuentra en la metáfora de
la pornografía su mejor definición. Christian Ferrer utiliza el concepto de
sociedad pornográfica para dar cuenta de la actual configuración social, la cual
puede ser explicada apartir del género pornográfico no sólo por su intención de
mostrarlo todo, sino también porque su promesa de felicidad eterna y compartida
–pues existe un derecho igualitario al orgasmo- se eyecta desde sus diversas
esferas. Si la exhibición total es el mandato típico de este momento histórico, la
concepción de Philippe Breton en torno al imperativo ético de comunicarlo todo,
hace sentido. Parael autor, la presencia de los medios de comunicación en
nuestros tiempos cobra importancia en la medida que los mismos han sabido
desplazar y absorber lo esencial de las actividades humanas en su interior. A
partir de Jean Baudrillard, afirma que habitamos un mundo de la “comunicación
por la comunicación” dado que “ya no se apuesta al mensaje sino al hecho de que
se comunique”. Es un mundo de“socialización vacía” “al que continuamente se le
van los ojos con el espectáculo de su propia existencia incierta”1. Para Breton, la
difusión de un ethos neoindividualista en la sociedad occidental da cuenta, a su
vez, de la fragilidad y transitoriedad de los vínculos humanos, tal como lo explica
Zygmunt Bauman. Es un paradigma que se concibe a sí mismo como sumamente
comunicativo, pero, almismo tiempo, incapaz de habilitar el encuentro con un
otro, es decir, devolverle a la comunicación su rasgo esencial. Entonces, en un
universo donde la comunicación se cierne como matriz a partir de la cual
reflexionar sobre el mundo del trabajo y la política, pero también en torno a las
relaciones afectivas y emocionales, la constante exposición de los hombres frente
a la excitaciónpermanente de los medios de comunicación –tanto tradicionales,
como los más novedosos, aquellos que privilegian la comunicación indirecta sin
el verdadero encuentro con el otro- acaba por socavar la capacidad de sentir. La
parafilia que sufren los protagonistas del filme Crash de David Cronenberg habla
1

Breton, Philippe, “Los efectos perversos de la nueva utopía”, en La utopía de la comunicación,Buenos
Aires, Nueva Visión, 2000. P. 140

de un ambiente social donde la presencia de objetos tecnológicos –en este caso
autos y elementos ortopédicos- y las prácticas en torno a los mismos –los
choques y accidentes- reconfiguran el deseo sexual de los sujetos. La mediación
de dichos artefactos permite concebir al fetichismo como forma privilegiada que
han cobrado las relaciones...